Josefina Leroux / Heroísmo involuntario

AutorJosefina Leroux

"Que no me aplaudan", decía una doctora ante las cámaras, "lo que quiero es que me respeten".

En muchos países del mundo se rinde homenaje al personal de salud en esta pandemia, les aplauden desde los balcones, les llevan serenata, rinden homenaje a los caídos como si fueran héroes. Pero eso es parte del problema: considerar que lo son y que deberían exponer su vida por sanar a otros.

"No queremos ser héroes", escribió otra doctora por Twitter, "queremos trabajar con la protección necesaria para evitar la transmisión".

Pese a las declaraciones de funcionarios públicos de estar preparados y prevenidos para enfrentar al Covid-19, somos testigos de manifestaciones del personal hospitalario, de sus peticiones en redes y comentarios a la prensa sobre su miedo a ser contagiados por falta de insumos sanitarios, como lo ha documentado EL NORTE.

La Secretaría de Salud informó que 11 mil 394 integrantes del personal médico se han contagiado y 149 han fallecido hasta el 19 de mayo.

Recientemente, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) ofreció a quienes trabajan en la primera línea con pacientes de Covid-19, ya sean médicos o afanadores, un seguro gratuito por 50 mil pesos retroactivo al 1 de abril y vigente hasta el último día de agosto de este año.

Pero los queremos vivos. Poco servirá ese dinero a la familia si pierde a una madre, a un padre, a un familiar por haberse expuesto sin la adecuada protección al virus circulante.

De hecho, la nueva Norma Oficial Mexicana NOM-035, vigente desde octubre del 2019, exige que los trabajadores se desempeñen libres de condiciones peligrosas e inseguras, sin ritmos de trabajo acelerados ni cargas psicológicas emocionales.

Pero, en la práctica, el estrés al que se han visto sometidos rebasa los límites recomendados para cuidar su salud física y mental.

Quienes conocemos médicos, sabemos que los hospitales para Covid-19 no cuentan con el suficiente número de especialistas, ni personal para atender a las personas convalecientes.

En lugar de ocho horas de trabajo, muchos pasan más tiempo trabajando sin beber agua ni ir al baño, pues no tienen ropa para desechar, además de la que traen puesta.

Es urgente actualizar la Ley General de Salud a las necesidades y realidades ante esta pandemia para hacer cumplir los derechos de los profesionistas, técnicos y auxiliares de la salud.

Hemos visto las fotografías de las huellas en el rostro por el tiempo de uso excesivo de goggles, caretas, cubrebocas que...

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