Josefina Leroux / 'Amor con amor se paga'
| Autor | Josefina Leroux |
Una muestra del Estado disfuncional que prevalece en México, independiente del Presidente a cargo, fue el escenario en Tlahuelilpan, donde cientos de pobladores entusiasmados robaban gasolina frente a una fila de soldados, que observaban la escena a unas horas de que el lugar estallara en llamas y gritos.
Con los hechos se confirma la inutilidad de la presencia militar ante la escasa conciencia de una turba que transgrede la ley como en el huachicoleo.
Una semana antes, en un poblado cercano intentaron linchar a tres militares, hasta que mediadores negociaron para que los soltaran.
Para evitar una nueva confrontación, los militares no actuaron en Tlahuelilpan, ni tampoco actúan para retirar a los maestros de la CNTE, que bloquean las vías del tren en Michoacán y han hecho perder cientos de miles de dólares diarios a empresas mexicanas.
Pero hay otras razones adicionales involucradas que esa tragedia desveló. En las redes sociales circulan videos que difunden la postura de este singular gobernante durante su largo tiempo en campaña: "si están muy necesitados, agarren, agarren; estoy hablando con obispos, pastores para que no sea ningún pecado quitarles todo a esos corruptos", dijo en mayo del 2018 en una plaza pública de Atlacomulco, en el mismísimo Estado de México, cerca del lugar donde sucedió la explosión y suman los muertos hoy más de un centenar.
Nadie espera que el Estado actúe violentamente, sólo que tenga congruencia y haga cumplir la ley a todos. Los mantras ambiguos de Mandatarios merman aún más la cultura de la legalidad.
Aprendemos por asociación de ideas. Si un acto es asociado con otro, adquiere o pierde su poder. El Ejército caminando durante años por las calles mientras el sistema de justicia ignora la delincuencia y el crimen hace perderles el respeto y la confianza.
Amén de los dichos y hechos de gobernantes pasados, este Ejecutivo no canta más entonado las rancheras. La gente sabe que ha prevalecido la impunidad y que éste no parece ser un sexenio diferente, aunque el protagónico de Palacio Nacional enfatice que va contra la corrupción. ¿En dónde hemos escuchado esa canción?
"No vamos a reprimir", repite el Presidente. ¿Entenderá éste que hacer cumplir la ley y hacer justicia no equivale a violentar? Su estrategia parece ser centralizarlo todo. Todo debe pasar por su control, ya que él es un hombre...
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