Josefina Leroux / Alienación mandatada

AutorJosefina Leroux

"Los del PAN son neofascistas", me dijo en forma terminante una amiga seguidora del Presidente.

"Te recomiendo este libro", agregó.

De pronto me sentí en otro lugar del mundo. Una visión oficialista empieza a generalizarse peligrosamente.

Semejante fenómeno sufren las familias cuando un padre o madre inicia su ataque contra el otro con comentarios velados a sus hijos hasta que logra que lo rechacen.

Se conoce como el "síndrome de alienación parental", proceso por el que un progenitor influye en la conciencia de sus descendientes con distintas estrategias con el objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro padre, quien acaba excluido y arrojado del sistema familiar.

El ataque puede ser en contra un hijo, en ese caso el resto de los hermanos terminan por detestarlo, rivalizan con él y en casos extremos, lo aniquilan.

Algo parecido está sucediendo en el nuevo sistema político. El Presidente repite todos los días sobre sus contrincantes o críticos que son neoliberales corruptos, son fifís, son rapaces, son mercaderes, son mezquinos, son grupos neofascistas, conservadores que se oponen a las políticas sociales y que están moralmente derrotados.

Las consecuencias empezamos a sufrirlas. Cada vez es más frecuente en las redes digitales poner la etiqueta de neoliberales o fascistas acompañados de mensajes violentos a personas que critican el nuevo régimen o a los que piden justicia.

Los movimientos antifascistas se asocian históricamente con el anticapitalismo, y contra los neoliberales considerados como enemigos del pueblo, según este Presidente.

Sus seguidores se están encargando de actuar como mandato el pensamiento de su líder. Serán los brazos del poder que reaccionan a sus mensajes explícitos e implícitos emitidos a diario.

"Devolver al pueblo lo robado" es una consigna que se repite generalizando la corrupción del sistema político que le precedió, sin especificar protagonistas y sin pruebas (hasta ya hay una propuesta presidencial para crear un instituto con ese nombre). Su discurso azuza el coraje y la violencia de muchos resentidos.

Se acusa de fascista al que pide hacer cumplir las leyes, castigo para delincuentes y criminales. No es tortura ni desaparición forzada o represión lo que exigen muchos cansados de que los roben y los extorsionen.

Pero el...

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