Jorge Suárez-Vélez / Es la economía, tonto

AutorJorge Suárez-Vélez

Me cuesta trabajo entender a los que apoyan ciegamente a cualquier político. Aun cuando he simpatizado con algún gobernante, el balance entre lo que considero sus aciertos y errores es sólo marginalmente favorable.

Entiendo que los seguidores de López Obrador defiendan la cancelación del Nuevo Aeropuerto, pero no que apoyen la "consulta" que la justifica. Me preocupa que condonen una práctica flagrantemente autoritaria, carente de intención alguna de imparcialidad, y más cuando una táctica tan sucia era innecesaria.

¿Cuántos entre el robusto 53 por ciento de los electores que lo apoyaron se arrepienten de su decisión? Sé que cuenta con una base dura que debe ser la mitad de esos votos, pero los demás votaron más bien contra algo (corrupción, Peña, partidos).

La luna de miel de AMLO será breve. A diferencia de lo ocurrido con otros líderes que han polarizado a su electorado, como Donald Trump, o de países como China con Gobiernos patentemente autoritarios, el Gobierno de López Obrador carecerá de algo esencial que ha permitido tolerarlos: bonanza económica.

Si analizamos los componentes del PIB, no se ve por dónde crecerá México. El gasto en consumo puede beneficiarse del alto gasto social que provendrá de programas de ayuda a ninis y a adultos mayores, pero estaremos comparando con el alto gasto del 2018, típico de un año electoral.

La inversión privada se contraerá por el panorama poco halagüeño y por el peligro de decisiones absurdas como la del NAIM. La inversión extranjera no vendrá.

Es improbable que se aceleren las licitaciones de la reforma energética, y la inversión en portafolios parece poco atractiva ante malas expectativas del Peso, de crecimiento, y porque quizá los capitales regresen a países como Brasil que anuncia un programa de privatización.

El gasto público tampoco impulsará crecimiento si mantienen un superávit primario. Bajará la recaudación por la reducción en IVA e ISR en la frontera, y por menores impuestos a las gasolinas. Los ahorros propuestos son más magros de lo que se pensaba.

Además, no podemos descartar otro balazo en el pie si vuelven a subsidiar los energéticos, si evitan reflejar el aumento que provendrá de un Peso más débil y precios de hidrocarburos más altos.

Por último, las exportaciones netas sí...

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