Jorge Suárez-Vélez / Debate, debate, debate

AutorJorge Suárez-Vélez

Con los años he perdido mi afición por los equipos deportivos. Jugadores y entrenadores cambian de equipo como de calcetines, y los equipos incluso se mudan de ciudad. Uno le acaba siendo fiel a un logo o a una camiseta, no a mucho más.

Con los partidos políticos pasa igual. Es difícil entender si un político habla por convicción o acomodo electorero. Prefiero simpatizar con ideas que con partidos o candidatos.

No tengo nada personal contra López Obrador, pero me aterran sus propuestas. La "autosuficiencia alimentaria" era absurda en los 70, en el siglo 21 es irrisoria. Que hable de construir refinerías cuando en el mundo sobra capacidad de refinación y Pemex pierde hasta la camisa con las refinerías que tiene, me parece ignorante.

Que hable de revertir la Reforma Energética cuando sabemos que México no tiene cómo ni con qué recuperar su plataforma de producción, es populismo puro (como lo es "plantar árboles frutales" y "pavimentar cabeceras municipales en Oaxaca"). Si cree que la corrupción se acaba con que él no sea corrupto o dando amnistía a delincuentes, o está demente o es irresponsable a un grado peligroso.

Pero los otros candidatos han hecho poco para convencerme. Anaya sigue sin proponer gran cosa. Su iniciativa de Ingreso Básico Universal es poco realista, pues no la acompaña de un plan para formalizar la economía, para que el IBU sustituya a todos los programas sociales que hoy existen y para sacarles el uso de efectivo. Se convertiría en un programa adicional a los que ya hay, para lo cual no tenemos dinero.

Y si bien creo que Meade es un tipo preparado e inteligente, su experiencia se mide en años y puestos, mas no en logros. No puedo pensar en uno solo, habiendo ocupado cuatro Secretarías importantes, una de ellas dos veces.

Su candidatura es el premio a un técnico sólido que se esmeró en no hacer olas. ¿Por qué ahora sería el artífice del cambio indispensable? Además, resiento sus autoritarias auditorías fiscales a quienes piden cuentas, y creo que tiende a rodearse de gente poco capaz.

Urgen tres cosas: debates, debates y más debates. Quiero entender por qué Napoleón Gómez Urrutia es menos nefasto en...

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