Jorge Suárez-Vélez / AMLO, ideal para el narco

AutorJorge Suárez-Vélez

En el mundo se demandan 360 mil millones de dólares de drogas ilegales al año. En Estados Unidos, la demanda por mariguana, cocaína, heroína y metanfetaminas fluctuó entre 120 y 145 mil millones de dólares al año entre 2006 y 2016.

Al tener 3 mil kilómetros de frontera común, nuestro territorio ofrece vías idóneas para introducir producto que la satisfaga. Poderosas organizaciones criminales pelean por controlar rutas y puntos de entrada. Al lograrlo, se hacen de cuantiosos recursos; pueden comprar armas, equipo, sicarios e incluso influencia política.

El riesgo extremo es que el crimen organizado determine el resultado de elecciones, o se vuelva una alternativa al Estado. Esto ya ocurre en algunas regiones. Los narcos ofrecen la protección que debería brindar la Policía, cobran impuestos -derecho de piso-, reparten ayuda a poblaciones vulnerables, comprando su lealtad, y "hacen justicia" incluso en casos de violación o de violencia doméstica. México se vuelve un narcoestado.

Hay factores que aceleran ese desenlace. Primero, que nuestra economía se desmorone, eso le resta capacidad al Estado para proveer seguridad, justicia, servicios y construir infraestructura básica.

En un país más pobre, más estarán dispuestos a aceptar ayuda de quien la ofrezca. Un Gobierno sin recursos deja espacios que otros, con otros intereses, llenan. Un país con instituciones débiles es terreno fértil para criminales. Todo contribuye: funcionarios mal pagados, mayor discrecionalidad en la toma de decisiones, menos transparencia en adquisiciones gubernamentales.

El mejor antídoto provendría del fortalecimiento de instituciones que serán menos corruptibles que los individuos, de fortalecer las capacidades del Estado y sus contrapesos, de invertir en capacitación y tecnología para contener actividades ilícitas, de insistir en niveles máximos de transparencia, de evitar el uso cotidiano de efectivo para poder rastrear el movimiento de dinero obtenido de transacciones ilegales.

López Obrador es un Presidente de ensueño para los narcos. Ha desmantelado al Estado y la pobreza ha crecido exponencialmente durante su mandato. Les acaba de dar tiros de gracia a la Suprema Corte y al Tribunal Electoral. Ha usado la capacidad de inteligencia financiera no para combatir a organizaciones criminales, sino para extorsionar a magistrados, jueces, empresarios y opositores.

Él mismo ha...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR