Jorge Ramos Ávalos / No más reyes

AutorJorge Ramos Ávalos

¿Para qué necesita España un rey en pleno siglo 21? Para nada. La democracia española está perfectamente consolidada, tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975, y no requiere de un nuevo rey para garantizar su futuro. Los españoles pueden vivir sin rey.

La abdicación del Rey Juan Carlos I de Borbón tomó a muchos por sorpresa. Pero había una creciente presión para un cambio. En un país con unos 6 millones de parados -donde tener menos de 25 años es casi una condena de desempleo- no es fácil justificar los gastos de un rey que se va a cazar elefantes o los abusos y complicidades de su yerno, Iñaki Urdangarin, para enriquecerse.

Nadie cuestiona el papel fundamental del Rey Juan Carlos en la transición hacia la democracia. Pero ya no. Su rol no es esencial.

Hoy, la mayoría de los españoles quiere un cambio. Un 62 por ciento, según una encuesta del diario El País, desearía "en algún momento" un plebiscito para redefinir su forma de gobierno y escoger entre monarquía o República. Pero, para variar, los políticos tradicionales no están escuchando.

El Presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, cortó cualquier posibilidad de cambio en el actual sistema de gobierno. "El debate tiene un objetivo único", dijo, "la abdicación, de eso se trata".

Y como su partido, el Popular, y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) controlan más del 80 por ciento de los puestos en el Parlamento, el asunto de una verdadera y final transición hacia la democracia quedó archivado. Pero les volverá a brincar.

Tener reyes no es moderno, moral, deseable o aleccionador. Es un terrible prejuicio histórico. Nadie debería tener un puesto sólo por ser hijo del rey. Ésa no puede ser una regla universal. En una sociedad en que premiamos el talento, el esfuerzo, la creatividad y el valor, lo menos cool es ser príncipe o rey por tu día de nacimiento en una familia privilegiada.

La monarquía parlamentaria es la forma política del Estado español. El rey reina, dicen, pero no gobierna. Es su peculiar manera de separar los poderes. Pero tiene una contradicción intrínseca; ¿manda la mayoría o manda uno? Monarquía parlamentaria es un término tan confuso y ambiguo como el "Estado libre asociado" en Puerto Rico o el "Partido Revolucionario Institucional" en México.

Apoyar la monarquía va en contra del principio de igualdad que promueve la mayoría de las constituciones del mundo. "Todos los hombres fueron creados iguales", dice la Declaración de...

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