Jorge Ramos Ávalos / Entrevista al Presidente Guaidó

AutorJorge Ramos Ávalos

Las cosas con Juan Guaidó son distintas.

Tras 20 años de revolución bolivariana en Venezuela, Guaidó ha logrado poner a la defensiva a la dictadura de Nicolás Maduro. Más de 50 naciones reconocen a este joven de 35 años de edad como el Presidente legítimo del país.

Además, hay una enorme presión (interna e internacional) para que Venezuela vuelva a ser una democracia. Pronto.

¿Cómo le llamo?, le pregunté recientemente a Guaidó durante una entrevista vía Skype, yo en Miami y él en algún lugar de Venezuela. El tema es importante.

La dictadura dice que Guaidó se "autoproclamó" Presidente. Pero él prefiere otro título -"Presidente encargado de Venezuela por mandato constitucional"- y tiene otra explicación.

El Artículo 233 de la Constitución dice que "cuando se produzca la falta absoluta del Presidente... se encargará de la Presidencia de la República el presidente de la Asamblea Nacional".

La Presidencia de Venezuela quedó oficialmente vacía luego del monumental fraude electoral de Maduro en mayo del 2018 y su usurpación del poder en enero del 2019. Poco después Guaidó asumió sus funciones como Presidente interino. Eso tomó por sorpresa a los chavistas.

Hay enormes expectativas puestas sobre Guaidó. Tras su designación como Presidente interino, muchos venezolanos esperaban la rápida caída de Maduro. Eso no ocurrió. Y el bloqueo de la ayuda humanitaria en las fronteras le hizo creer a la dictadura que había ganado la partida.

¿Cómo sacar a Maduro del poder?, le pregunté.

"Debemos insistir en la llamada 'Operación Libertad' para generar más presión interna en Venezuela", me dijo. "Luego, seguir (con) la presión internacional que ha sido determinante en esta parte del proceso".

A esto se suma una ley de amnistía para militares y funcionarios gubernamentales que renuncien al régimen (y que fue aprobada por la Asamblea), y la promesa de elecciones libres tan pronto se vaya Maduro.

Pero esto no ha sido suficiente. Hay una especie de estancamiento en Venezuela. Los militares de alto rango no se han atrevido a darle la espalda a Maduro. En las calles se respira miedo.

Hace un mes me tocó ver soldados, policías y colectivos esparcidos por toda Caracas. El Palacio de Miraflores está resguardado como si hubiera una guerra. En los restaurantes casi nadie expresa en voz alta su desagrado con el régimen por temor a ser delatado. Venezuela es un Estado policial con la presencia de miles de agentes cubanos.

Hay...

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