Jorge Ramos Ávalos / Bush: Viaje tardío, viaje perdido

AutorJorge Ramos Ávalos

Tengo mucha curiosidad por saber cómo será recibido el Presidente de Estados Unidos en los cinco países latinoamericanos que visita. Mucha. No será un viaje fácil. Y quizás todo puede resultar inútil.

Mi impresión es que Bush tendrá mucho cuidado. Viaja preocupado. No quiere ser abucheado ni que sus discursos sean interrumpidos por manifestantes. Y la triste realidad es que no se puede arriesgar a aparecer en lugares públicos. Siete mil policías lo vigilarán en Bogotá; en Uruguay decidieron llevárselo a la lejana ciudad de Colonia, a 177 kilómetros de Montevideo, para evitar las protestas de sindicalistas; y en México lo ocultarán de la narcoviolencia y los secuestros exprés en la blanca y pacífica Mérida.

Los cinco países que visita el Presidente norteamericano -Brasil, Uruguay, Colombia, Guatemala y México- tienen algo en común con Estados Unidos: en todos esos lugares Bush y la guerra en Iraq son sumamente impopulares. Lo dicen las encuestas y se escucha en la calle.

No hay forma de venderles a los latinoamericanos que la guerra en Iraq es justificable. La ausencia de armas de destrucción masiva, las torturas en la cárcel de Abu Ghraib, las detenciones indefinidas de combatientes musulmanes en Guantánamo y las decenas de miles de muertes de civiles y niños, han hecho de la guerra en Iraq una causa perdida.

Hay algo más. En América Latina existe la percepción de que Bush ignoró olímpicamente a la región durante las primeros seis años de su Presidencia. Se olvidó de ver al sur. Rompió su promesa de hacer de México su mejor aliado.

Es cierto que los actos terroristas del 11 de septiembre del 2001 cambiaron las prioridades de Estados Unidos. Pero no había razón para olvidarse de Latinoamérica. Bush hizo a un lado a sus vecinos y ahora que regresa le están haciendo el feo.

Y mientras Estados Unidos andaba de campaña bélica por el Medio Oriente, le surgió en su propio continente la mayor oposición izquierdista desde la época de la Guerra Fría. Gran descuido en la retaguardia.

No se trata únicamente de Hugo Chávez, que es el más gritón, ricachón y peleonero. Se trata de países enteros -Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Venezuela, Bolivia y Nicaragua- y de movimientos bien organizados -el de Andrés Manuel López Obrador en México y el de Ollanta Humala en Perú, por nombrar sólo dos- que han rechazado el modelo de desarrollo que propone Estados Unidos.

Bush, para decirlo claramente, no es líder de nada en América Latina. No conozco de ninguna...

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