Jorge Ramos Ávalos / El año más difícil de su vida

AutorJorge Ramos Ávalos

PARKLAND, Florida.- El 14 de febrero del 2018 Joaquín Oliver, de 17 años de edad, le llevó flores a su novia a la escuela. Su papá lo había acompañado la noche anterior a comprarlas.

Ese día Joaquín se levantó, se bañó -"es Valentine", dijo- tomó su mochila, sus flores y una tarjeta. Su papá lo llevó en su auto al colegio y, tan pronto como pudo, le entregó los regalos a su novia.

Luego, alrededor de las 2 de la tarde, un pistolero entró a la escuela de Parkland, en la Florida, con un rifle semiautomático AR-15 y mató a 17 estudiantes y maestros.

Joaquín fue uno de ellos.

Éste ha sido el año más difícil en la vida de Manuel y Patricia Oliver, los padres de Joaquín. Hay gente que prefiere ya no hablar de la masacre. Pero Manuel y Patricia escogieron otro camino.

Nos sentamos en el mismo sofá donde, hace un año, me contaron cómo fueron los últimos momentos de su hijo. Hay fotos de "Guac", como le llamaban, por todos lados. El cuarto de Joaquín está intacto. Su presencia es indiscutible. Y su voluntad de pelear por él, también.

Es difícil decir que el duelo ha terminado. Cuando se pierde a un hijo, y más de una forma tan violenta, sospecho que hay un duelo permanente. "Hemos aprendido que tenemos una nueva razón para estar aquí", me dijo Manuel. "Cuando uno es padre, todo lo hace en función de los hijos. Nosotros continuamos haciendo todo en función de nuestro hijo. Pero nuestro hijo no está aquí".

Patricia reconoce que se tardó en procesar el vacío que dejaba Joaquín. Pero unos meses después, la misión estaba clara.

"Yo sentí que teníamos que hacer algo", me dijo. "La vida de Joaquín no podía ser en vano".

Los dos comparten el mismo mensaje. "Es un aprendizaje muy fuerte. Tienes que digerirlo día a día. No hay un minuto en que no pensemos en Joaquín", me aseguró Manuel. "Pero también tenemos que ser parte de la solución. No podemos, solamente, recordar a Joaquín y pasar la página. (Hay que) hacer algo para que esto no le vuelva a pasar a otro niño como Joaquín".

¿Cuántas personas van a morir hoy en Estados Unidos por un disparo?, le pregunté a Manuel. "Cien", me dice. "Y mañana también. Y ayer también. Y de los 100, 15 son niños".

Son 40 mil muertes cada año. Pero no hay la voluntad política para cambiar eso. En Estados Unidos tenemos una masacre tras otra. Y senadores y congresistas en Washington no se atreven a hacer nada que limite la posesión y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR