Jorge Alcocer V. / Los partidos el 1o.

AutorJorge Alcocer V.

Creo que en la disputa por el segundo lugar lo que está en juego es el capital que a partir del 2 de julio tendrá el partido político que lo obtenga.

Mientras que en el juego de la Silla cuando termina la música sólo uno estará sentado en ella, en las contiendas por las Cámaras y los ayuntamientos, del resultado de cada partido, el domingo 1, depende cuántas sillas tendrán en esos órganos colegiados del poder público.

Por la proclividad que los meteorólogos del análisis político tienen por las tormentas y los parteaguas, la moda es hablar del hundimiento de los partidos.

No es que esas criaturas pasen por su mejor momento, ni que los resultados de la jornada comicial serán indistintos para ellos; por el contrario, está en curso la reconfiguración del sistema y del papel de los tres partidos que han sido centrales después de la transición y las dos alternancias. Eso es un hecho, no una previsión.

A quienes insisten en pronosticar al PRI su pronto funeral hay que recordarles la capacidad de sobrevivencia y recuperación que el casi nonagenario partido demostró entre 1997 y 2012; si los encuestadores le atinan, el tricolor tendría un desplome que lo llevaría al tercer lugar nacional (cuarto en varios estados), además de perder por segunda vez la Presidencia, esta vez perdería también el derecho a presidir la Jucopo del Senado, ya que para ello es requisito contar con al menos el 25 por ciento de escaños; en San Lázaro parece que, pese a todo, contaría con uno de los tres grupos con influencia. Sin embargo, por donde se vea, los retos del PRI en el desierto serían esta vez mayores.

En las filas del blanquiazul suena el ruido de los machetes que afilan anayistas y calderonistas; los usarán una vez que, de darse, sepan el tamaño de la derrota.

Podría ser que el Frente (PAN+PRD+MC) tenga menos votos que los del PAN hace 12 años, pero lo innegable es que haber teñido de amarillo el azul entrega un color imposible de identificar.

En sus discursos, el ahora iracundo Ricardo Anaya no ha podido articular tono ni tonada; deambula de un tema a otro, de ocurrencias irrealizables a propuestas recicladas, hasta terminar convirtiendo sus amenazas contra el Presidente en su spot estelar de campaña.

Morena no es un partido político...

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