Revisiones/ Jesús Cortés García (1927-2001): Los caminos de la memoria

AutorMargarito Cuéllar

Salvo los años que pasó en el Distrito Federal, Jesús Cortés García siempre vivió en La Fama, Santa Catarina. Ahí nació, una noche de frío extremo, el 19 de diciembre de 1927, en la zona más arbolada del pueblo. Zona resguardada por veredas, callejones, magueyes, nopaleras, palmeras, monte y un cielo inmensamente abierto.

En aquel remanso, conformado hoy por las calles Hidalgo, de San Francisco a Morelos, en el corazón de La Fama, un niño flacucho llegaba a casa de su abuela Leonarda López, "alta y derechita como una varita de nardo", "humana y querendona hasta la pared de enfrente", quien solía recibirlo con gran alboroto: "¡Alma mía de mi'jo!".

Desde sus días de primaria demostró habilidades para el dibujo y la pintura. A finales de 1949, animado por el Arq. Joaquín A. Mora, con quien formaba parte del Club de Pintores "Oleo y Acuarela", se inscribió en lo que fue el primer taller de artes plásticas de la Universidad de Nuevo León. En "Oleo y Acuarela" participaban además el Ing. Constantino de Tárnava y Manuel de la Garza.

Eran tiempos difíciles para una comunidad cuyos ingresos se fincaban en el trabajo textil. Una huelga de dos años sumergía en la pobreza y el hambre a los habitantes de aquel lugar. Cuando recién terminó la huelga, Jesús Cortés tenía 13 años, edad suficiente para convertirse en aprendiz de obrero textil, obteniendo por ello un salario de 12 pesos semanales, ascendiendo luego a oficial tejedor a destajo, donde su salario dependía de su habilidad y destreza.

Como pintor, su primera exposición colectiva la realizó a fines de 1950, junto a artistas como Jorge Rangel Guerra, Antonio Pruneda, Guadalupe Ramírez, Guillermo Cortez Melo, Marcos Cuéllar, Rubén Salinas y Rodolfo Ríos.

En 1954 se desarrolló en Monterrey el Primer Seminario de Educación Artística, organizado por la ONU y la Organización Internacional del Trabajo. Ahí tuvo Cortés su primera exposición individual, caracterizada por su profundo contenido humano y social.

En la Ciudad de México (vivió a media cuadra de la Academia de San Carlos) recorrió calles, galerías y museos, alternando su trabajo como obrero de Ayotla Textil con el aprendizaje con hombres y mujeres de la talla de Vicente Lombardo Toledano, Raquel Tibol, Fernando Gamboa, Leopoldo Méndez, Pedro y Rafael Coronel, y sobre todo de Jesús Guerrero Galván y Diego Rivera.

En 1968 realiza en la Preparatoria 2 de la Universidad de Nuevo León el mural "La Evolución Histórica del Hombre", hoy...

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