Jessica Alba: Forbes y Amazon se le cuadran
| Autor | Eugenio Guzmán |
Jessica Alba resultó ser mejor en los negocios que en los foros.
Aunque su carrera en Hollywood no es considerada la gran cosa, pues abundan en su currículum cintas palomeras o mediocres, la actriz de 34 años está brillando como empresaria... y se está forrando de dinero.
La firma que fundó en el 2011, The Honest Company, acaba de recibir hace unos días una inversión de 100 millones de dólares con los que su compañía suma un valor que fluctúa entre los mil 700 y los 2 mil millones de dólares.
De esta cantidad, Alba es propietaria de unos 200 millones, por lo que en junio de este año la revista Forbes la incluyó y hasta le dio su portada como una de las 50 mujeres ricas que han hecho fortuna por sus propios méritos (sin herencias de por medio ni patrocinios masculinos de ningún tipo).
The Honest Company comercializa y distribuye productos amigables con el medio ambiente, como tampones hechos con algodón orgánico, pañales biodegradables, cunas, vitaminas y detergentes sin químicos tóxicos.
En el 2012, su primer año en el mercado, las ventas alcanzaron 10 millones de dólares, pero las cifras estallaron durante el 2014, periodo en el que entraron a las arcas de la empresa 170 millones.
Expertos de Forbes aseguran que la expansión de Alba y de sus socios será brutal en el próximo año, cuando se lancen a la conquista del mercado asiático en países como China y Corea del Sur.
Además de su buen tino en los negocios, Alba tiene una vida familiar estable y brilla por su estilo en las alfombras rojas y por su cuerpazo en cualquier playa que decida visitar.
Es decir, es buena, bonita y millonaria.
UNA IDEA, UNA NECESIDAD
El génesis de la empresa que fundó Jessica Alba se originó como nacen todas las buenas ideas de negocio: detectando una necesidad.
Cuando estaba embarazada de su primera hija Honor Marie, quien nació el 7 de junio del 2008, la actriz usó en ella el detergente con el que lavaría la ropa de la bebé y notó que le causaba irritación en la piel y ronchas.
"Pensé: '¿Cómo puede ser seguro para los bebés si yo estoy teniendo este tipo de reacción?'", señaló en una entrevista a Forbes.
Comenzó entonces a investigar los químicos que contenían los productos de limpieza que regularmente compraba en el súper para darse cuenta que muchos de ellos incluyen sustancias que pueden resultar tóxicas.
Su frustración creció al descubrir que los productos orgánicos que en ese entonces eran ofrecidos en el mercado eran muy caros.
"Sentí que mis necesidades...
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