Javier Livas/ Regalo de libertad
| Autor | Javier Livas |
La mamá de Elián González dio literalmente su vida para que su hijo pudiera vivir en un país libre. Este regalo de libertad ha sido arruinado por la decisión de la Administración Clinton de entregar al niño a su padre.
La excusa de que se está pensando en el bienestar del niño francamente no funciona. Parece que hay otros intereses, no explícitos aún, para haber procedido en la forma que lo hicieron. Las circunstancias que rodean el rescate nos hace pensar que este episodio estará a la altura del incidente Clinton-Lewinski en el libro negro del Presidente Bill Clinton, ya que las agravantes son muchas y muy variadas. En el recuento de los hechos no existe excusa para lo que sucedió:
Es un hecho que los policías del servicio de inmigración entraron a la residencia del tío abuelo con lujo de violencia, empuñando armas automáticas y apuntándolas a las caras de los menores de edad allí durmiendo. Que los policías usaron un lenguaje muy vulgar y amenazaron con "volarte los sesos si te mueves". Eso en una casa de gente humilde pero decente, en la que no había armas.
Momentos antes del ataque, la familia González había estado negociando con la Procuradora Janet Reno y había recibido mediante fax la promesa de una entrevista de los tíos con el papá de Eliancito en un lugar que faltaba determinar. La Procuradora dijo a los abogados: les doy cinco minutos para decidir. Ello a una hora de la madrugada en que los miembros de la familia estaban dormidos.
Mientras eso sucedía, la Procuradora estaba dando la luz verde para que los policías entraran a la casa. Esta traición de la Procuradora la hace aparecer como una persona insensible e inhumana, acto que refrenda el mal recuerdo de la quemazón de la secta de Waco, Texas, en la que murieron una docena de niños inocentes junto con sus papás gracias a la orden girada por Reno.
Al jefe de la policía de Miami le notificaron lo que harían, pero le ordenaron no decir nada al Alcalde. A los policías locales les tocó una rociada de gas lacrimógeno. La prensa misma también alcanzó una probadita autoritaria.
Resulta inflamatorio que el "rescate" se haya llevado a cabo durante la Semana Santa. Ni siquiera en la guerra contra Iraq se actuaba sin respetar las fiestas religiosas. Por ello resulta más inexplicable que ciertos principios de recato público se hayan olvidado.
Por otra parte, el Presidente Clinton también violó su palabra de honor. Hace tres semanas...
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