Javier Livas / Megacerebros

AutorJavier Livas

El mundo que Andrés trae en su cabeza no existe. El mundo de "El Bronco" es otra fantasía. Y en San Pedro seguimos dominados por la burocracia. Son tres mandatos para el cambio totalmente desperdiciados.

Hay una creciente convicción en las esferas científicas y tecnológicas de que el mundo actual pertenece por completo a la complejidad. Ella es la que manda. Lo captas o te estrellas. Éste es el mundo que Andrés no ve, ni quiere ver, ni tiene nadie que se lo muestre.

Acaba de salir un libro de David Benjamin y David Komlos que habla sobre el tema. Se llama "Cracking Complexity" (Descifrando la Complejidad). Es una reivindicación póstuma de mi maestro y amigo el cibernetista Stafford Beer.

Dicen que él era "un oscuro genio en el más oscuro campo de la cibernética de la administración". En otra parte, le llaman "pionero de la complejidad".

Mencionan otros ocho genios de la cibernética y los sistemas. El único que sobrevive hoy es el señor Fredmund Malik, de Austria, que se dedica a crear megacerebros para los grandes corporativos europeos. Cuando el señor Malik habla de la "gran transformación" que vivimos, se refiere precisamente a que el mundo complejo exige un conocimiento radicalmente distinto.

Stafford Beer es ahora reconocido como el precursor. Malik, Benjamin y Komlos son practicantes, pero no los únicos. Otro genio experto en complejidad es Dave Snowden, autor de la estructura Cynefin. Él es tajante: es un gravísimo error confundir complicado con complejo. Digamos que un reloj Rolex es complicado, pero un ratoncito ya es un ser complejo.

Snowden critica que muchos en el mundo de los negocios se niegan a generar megacerebros para resolver sus problemas. Las empresas siguen aplicando las complicadas "sopas de letras" como MBO, Six Sigma, ERP, BSC y de moda reciente los BPMs, etc.

Ninguna de estas fórmulas complicadas pueden crear megacerebros para una empresa o un Gobierno. Eso le corresponde a los expertos en complejidad. Las empresas requieren cerebros colectivos, redes nerviosas y control en tiempo real. Los Gobiernos, con mayor razón.

Cuando Stafford Beer quizo ayudar a Salvador Allende en 1973 a establecer una economía que funcionara en tiempo real, la CIA les armó un golpe de Estado de proporciones épicas. Luego, cuando en 1983 Beer vino a México, no pudimos vencer a la corrupta estructura burocrática, como dice su testimonio en EL NORTE del 6 de diciembre de ese año.

Por eso digo que es una lástima que nuestros gobernantes estén...

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