Javier Livas / Enchufados

AutorJavier Livas

Los mexicanos estamos enchufados, o vivimos enchufados. En lo externo y en lo interno. En lo público y en lo privado. Para bien o para mal; por un lado o por otro, pero bien enchufaditos.

La gran mayoría conectados forzosamente a países, instituciones o empresas que no necesariamente buscan intercambios de beneficio mutuo.

Sólo unos cuantos controlan el flujo de los enchufes. Mandan la corriente hacia donde más les beneficia. Son los puestos claves en un mundo de enchufes de todas marcas y tipos. Son como el azadón, puro pa'acá.

Tenerte enchufado permite que tus energías, tu sudor, tus ideas, tus recursos puedan ser canalizados por una vía rápida lejos de tu persona y de tu beneficio. Ahí están las astronómicas comisiones e intereses de los bancos y, encima, el reclamo de la maestra francesa que aumentemos nuestra "bancarización".

Cada enchufe podemos verlo como un canal que transporta de todo, pero desbalanceado en contra del débil, pobre o ignorante. Trátese del Gobierno, de una Secretaría o simplemente de un agente de Tránsito, ya sabemos en qué dirección van los billetes.

Como regla general, de aquí para allá todo; de allá para acá poco o nada. Ni con quién quejarse porque esos enchufes sí que salen caros.

El enchufe es una conexión contractual, de dependencia y a veces hasta de sumisión total, como le sucede a México con Estados Unidos. Como en el caso de a ver qué haces con los niños repatriados.

Enchufados a un Tratado de Libre Comercio que allá consideran un simple acuerdo. Aumentó nuestra dependencia; un catarro de ellos se traduce, vía el enchufe, en una pulmonía con altas temperaturas y ataques psicóticos.

Nadie sabe qué pasa, o si es algo que algún día se pasará. El enchufe México-EU resiste todo, es como de acero inoxidable y recubierto de teflón para que dure y todo se le resbale.

También hay millones enchufados por decisión propia a las novelas de Televisa, y a sus noticieros sesgados y kilométricos cortes comerciales. Enchufados porque la gente del pueblo cree firmemente que desconectarse de la TV idiotizante resulta peor. ¿O consistiría en eso precisamente el poder idiotizante? La opción: TV Azteca, uuuggghhh.

Enchufados a Telmex desde...

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