Jaime Sánchez Susarrey / ¿180 grados?

AutorJaime Sánchez Susarrey

La izquierda está de plácemes. Jesús Zambrano, presidente del PRD, lo ha puesto negro sobre blanco:

"Nadie podrá negar que el PRD ha influido para evitar el IVA en alimentos y medicinas, lograr una reforma hacendaria progresiva, avanzar en la eliminación de los paraísos fiscales, reconocer la necesidad de un nuevo régimen fiscal para Pemex, hacer a un lado el dogma del déficit cero para reactivar la economía, y dar pasos decisivos en el establecimiento de un sistema de seguridad social universal y lo hemos logrado gracias a nuestros esfuerzos en el Pacto, en las cámaras y en los distintos espacios públicos" (El Universal, 12/09/13).

El presidente del PRD tiene razón punto por punto. Reconoce claramente lo que el Gobierno de la República disfraza o matiza.

La razón de mantener la exención a medicinas y alimentos no derivó de la coyuntura económica; fue estrictamente política. Por eso el Secretario de Hacienda ratificó que no se abriría ese capítulo en lo que resta del sexenio.

La idea de una reforma progresiva, que se ha traducido en una serie de medidas que golpean a la clase media, tiene también el sello perredista.

Y qué decir del nuevo régimen fiscal de Pemex que se incluye sin amarrar con la izquierda el apoyo a una reforma cabal del sector energético.

En lo que se refiere al "tabú del cero déficit fiscal" la historia no miente. La izquierda -priista y socialista- fue partidaria de la intervención masiva del Estado en la economía y del gasto, vía déficit fiscal, durante los gobiernos de Echeverría y López Portillo.

Por las mismas razones se opuso y denunció a Miguel de la Madrid, Salinas y Zedillo, para no hablar de Fox y Calderón.

De ahí que no sea casual que, en el citado artículo, Zambrano se refiera a que estas "reformas parten del reconocimiento de que el modelo económico y social, de esencia neoliberal, implantado en México desde hace 30 años, no sólo no ayudó al desarrollo del País, sino que agudizó los problemas estructurales de falta de crecimiento económico, desigualdad social y ausencia de oportunidades para las nuevas generaciones, amén de que fácticamente se asume que se ha tocado fondo y que es imperativo un golpe de timón y un cambio de rumbo".

Ése es el lenguaje que AMLO ha utilizado una y otra vez para confirmar la tesis de que la Revolución Mexicana extravió el rumbo en 1982, con la llegada de Miguel de la Madrid a la Presidencia de la República.

Vale agregar que las omisiones de la iniciativa de reforma fiscal son tan...

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