Jaime Sánchez Susarrey / Catorce tesis

AutorJaime Sánchez Susarrey

1 La vieja sentencia: "La letra sólo con sangre entra" ha perdido completamente significado. La educación puede ser, ahora, divertida e interactiva. Internet ha producido una revolución en el campo de la información y sus efectos sobre el aprendizaje son radicales.

  1. El viejo modelo educativo basado en la estandarización, que algunos definen como la "escuela fábrica", es completamente obsoleto. La internet posibilita la educación personalizada, como nunca antes en la historia, permitiendo fomentar las capacidades creativas y la responsabilidad del educando.

  2. Sobra decir que el modelo educativo vigente, basado en la memorización y repetición, es absolutamente arcaico. Qué sentido tiene memorizar fechas, hechos o tablas de multiplicar, cuando toda esa información está disponible en la red y se puede acceder a ella en un segundo y en cualquier parte, mediante un simple teléfono inteligente.

  3. La educación pública es un viejo dinosaurio que devora cuantiosos recursos públicos, desperdicia el tiempo y deforma a los alumnos. Las horas que los estudiantes pasan en clase se podrían reducir y funcionar con grupos más pequeños y objetivos puntuales.

  4. En el caso de México, los resultados son, además, desastrosos. La educación primaria ni siquiera forma para leer, escribir y efectuar operaciones matemáticas. Y ya se sabe que es más fácil educar, por primera vez, que reeducar, para corregir las deficiencias.

  5. El proceso educativo podría segmentarse por etapas, como se hace ahora -primaria, media y superior-, pero debería cambiar cualitativamente en sus objetivos.

  6. La educación básica debería concentrarse en cuatro aspectos: lectura-redacción, habilidades matemáticas, computación-internet e inglés. La formación en materias como geografía e historia se podría hacer mediante documentales, de los que hay ejemplos notables (véase la serie "Earth: The Power of the Planet" de la BBC).

  7. La educación media podría compactarse en un solo bloque y el contenido de las materias debería ser muy flexible, a fin que los estudiantes fueran diseñando su programa de acuerdo a sus habilidades e intereses. Alguien que termina dedicándose a la abogacía jamás necesitará ni echará mano del cálculo infinitesimal. Al igual que un ingeniero civil no recurrirá jamás a la biología o la química.

  8. La educación superior debería flexibilizarse aún más. Y una parte importante debería definirse por la vinculación con el trabajo profesional. De manera tal que se rompiera la distancia...

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