Isabel Turrent / Las mujeres. Y los hombres

AutorIsabel Turrent

Es muy fácil saber cuando un asunto está saturado de prejuicios: es muy difícil escribir sobre él. Así es escribir sobre la condición femenina. Y más aún sobre la violencia contra las mujeres y las estructuras de poder masculino que la alimentan.

En el momento en que los hombres, que tienen el monopolio de la violencia de género, entran en la ecuación, la reacción es inmediata: se activa el enredado razonamiento que convierte, primero, a las mujeres en responsables de la violencia del otro y, después, en un vuelco verbal sin ninguna lógica racional pero muy eficaz en una cultura misógina, a las víctimas en victimarias de los violentos que las golpean, violan y matan.

Frente al acoso, violencia verbal y física, y violaciones (que es uno de los actos de poder más execrables que ejercen los hombres sobre las mujeres -y niños, por cierto-), uno de los recursos más socorridos es culpar a la víctima.

Si una mujer sale de noche, bebe, trae minifalda o toma sola un taxi, se vuelve corresponsable de la violación porque la "provoca".

Lo que se condena, por supuesto, es que una mujer haga uso de una libertad inaceptable en un orden patriarcal centenario que se niega a morir.

(De ahí con toda probabilidad deriva el hecho de que, según el Inegi, en el 2016, 29.6 millones de mujeres no denunciaron la agresión, porque aun en casos de violencia de la pareja, se detiene al agresor en el 18.6 por ciento de los casos y sólo 7.7 por ciento de los expedientes se consignan ante un juez).

Ni siquiera que la impunidad reine sobre los crecientes asesinatos de mujeres (mueren 10 cada día, 2 mil 173 tan sólo en el 2019), impidió que se activara la segunda y más sofisticada línea de argumentación misógina.

El hecho de que mujeres que salieron a protestar contra la violencia a la calle vandalizaran y grafitearan, transformó los términos del debate.

Muchos -y algunas- transitaron de condenar el vandalismo como lo que es, un delito, al olvido de la causa de la manifestación, y desplegaron un sexismo condenatorio.

Desde el sótano de las redes, quienes confunden el sexo (el paquete de genes, hormonas y rasgos físicos que...

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