Isabel Turrent / Brexit: un mal acuerdo

AutorIsabel Turrent

Sólo a algunos brexitistas, a los más irracionales o a quienes tienen una agenda que poco tiene que ver con la defensa de los mejores intereses de Gran Bretaña, les alegró el acuerdo imposible entre el Gobierno de Theresa May y la Unión Europea (UE) que se dio a conocer hace unos días.

Steve Baker, que luchó en el 2016 por un Brexit duro y encabeza con Jacob Rees-Mogg un grupo de parlamentarios ultraconservadores, festejó el "caos" que generaría el rechazo del acuerdo en el Parlamento y anunció la caída de Theresa May -iniciativa que fracasó, por cierto-.

Y Boris Johnson, que participó en la campaña del 2016 prometiendo lo imposible y tiene aún la mirada puesta en el 10 de Downing Street, rechazó el acuerdo como una forma de vasallaje.

Ellos, los eternos euroescépticos del Partido Conservador, son los principales responsables del Brexit y sus consecuencias. Tomaron como rehén a David Cameron, un Primer Ministro tan preocupado por gobernar con el respaldo de un partido unido a sus espaldas que, para apaciguar a los rebeldes euroescépticos, convocó a un referéndum para decidir un asunto tan fundamental para el país como la pertenencia de Gran Bretaña a la UE.

Brexit ganó y Cameron dejó a su sucesora, Theresa May, la tarea titánica de llegar a un acuerdo, lo menos costoso posible para Gran Bretaña, con la Unión Europea.

El acuerdo, que ha llevado más de dos años de negociación, es un ladrillo de 585 páginas -más una breve declaración política que revisarán en Bruselas, en estos días, los 27 miembros restantes de la UE y Theresa May-. Pase lo que pase allá, el acuerdo ha recibido una condena casi unánime en el país.

Los euroescépticos conservadores lo han condenado para defender sus intereses sectarios e impedir que pase por el Parlamento. En un último acto suicida prefieren abandonar la UE sin ningún acuerdo. Los laboristas, con Jeremy Corbyn a la cabeza, lo han rechazado con la esperanza de que el fracaso de May derive en una elección general que los lleve al poder.

Los moderados de todos los partidos y una buena parte del electorado han sufrido el impacto del choque de la realidad con las promesas del futuro radiante de los brexitistas en el 2016. Un futuro radiante que existía solamente en sus fantasías.

El acuerdo es la realidad: Inglaterra no se transformará de golpe ni en una potencia, ni en el Singapur de Occidente; no podrá firmar acuerdos comerciales con otros países hasta el 2021, y la...

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