Irma Martínez / ¿Qué más nos falta aguantar?

AutorIrma Martínez

Pareciera que no hay luz al final del túnel para los adultos mayores.

Nos martirizan al traernos casi-casi jugando a la ruleta rusa, sólo que con con dos balas: el maltrato y la discriminación.

Por un lado, cada 5 minutos se nos recuerda que el más grande porcentaje de muertes por Covid-19 está en los grupos de adultos mayores.

Y por otro, lidiamos con el miedo de enfrentar un posible escenario en el que en una saturación hospitalaria nos nieguen un ventilador por darle preferencia a un joven.

Hay quienes la tienen peor: viven en asilos.

En los sitios supervisados por el Gobierno, el número de contagiados va al alza. Aquí hizo falta capacitación y estrictos protocolos que aseguraran el bienestar de los usuarios.

Hay casos de ancianos enfermos cuyas familias no quisieron hacerse cargo de ellos y los dejaron prácticamente en situación de calle. A muchos deudos de seguro tampoco les importa a dónde vayan a parar los restos.

Al llamar a las líneas de atención médica, a muchos ancianos con síntomas les recetan paracetamol o aspirina, y no se les aplica en algún momento el test de detección de Covid-19.

Llama profundamente la atención que un Gobierno que llegó al poder con un gran apoyo de personas mayores, hoy discrimine a este sector y nos haga sentir casi como basura.

De por sí el encierro de esta pandemia -como si estuviéramos en arresto domiciliario- produce hartazgo, desasosiego, miedos y depresión, estos síntomas de salud mental pudieran llegar a ser una bomba de tiempo.

Sólo imagine cómo se siente un adulto mayor que todos los días escucha que su único remedio para seguir vivo es: "Lávese las manos, que no lo toque nadie y enciérrese en casa".

Se olvida que no importa cuántos años tenga una persona, si hay vida, existe la oportunidad de seguir realizando sueños.

Pero aunado a los maltratos visibles, existen otros tipos de malos tratos que hacen menos ruido. A veces son más sutiles, pero no menos duros.

Incluso algunos hasta pareciera que buscan hacer el bien, terminando en algo completamente distinto.

Vea usted: un notario me platicó que, por la contingencia, por lo general han estado cerradas las notarías, pero de pronto una mayoría de casos urgentes resultó ser de testamentos de adultos mayores.

Y es que, ante los escenarios tan...

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