En la intimidad

AutorSara Bringas

La mayoría de las personas equiparan sexo e intimidad. Cuando escuchan la palabra intimidad, piensan en sexo, y viceversa. Si estás con un pie en el altar, bien valdría la pena que te enteraras del verdadero significado de la intimidad.

Las relaciones sexuales y la intimidad son dos necesidades independientes. A veces se presentan juntas, pero cada una puede existir sin la otra.

La intimidad, al contrario de lo que te puedas imaginar, es básicamente el hecho de despojarte de tus hábitos externos más públicos para relacionarte con otra persona a través de tu "yo" interno más genuino.

Suena complicado, ¿verdad? Pero en realidad no lo es. El amor consiste en conocer y aceptar íntegramente a la otra persona y no sólo a su fachada pública.

La intimidad implica establecer una conexión emocional con otra persona. Al lograr esto, tu relación se torna más honesta, real y profunda.

La verdadera intimidad se desarrolla con lentitud. Se profundiza al paso de meses y años de experiencias compartidas. Claro, algunas personas requieren más tiempo para abrirse que otras.

Presta atención a los mensajes que tu pareja te envíe. ¿Se cierra a la comunicación o es más bien abierto? Si descubres que le cuesta trabajo hablar, no utilices el chantaje emocional ni le des discursos.

Mejor, en forma positiva, sugiere actividades que propicien la comunicación. Participen en conversaciones enfocadas a escuchar de manera activa, juegos de intimidad o terapia en pareja.

No olvides que la intimidad no es posible sin un cierto grado de dependencia mutua. Esto es algo saludable, ya que ésta muestra tu lado vulnerable ante otro ser humano, al menos hasta cierto punto.

¿Por qué el temor?

A...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR