El Informe Oppenheimer/ ¿Afectará la seguridad a la economía regional?
| Autor | Andrés Oppenheimer |
Mi primera reacción fue decirle lo contrario: que Estados Unidos no podrá hacer revivir su economía ni iniciar una recuperación mundial a menos que los estadounidenses se sientan suficientemente seguros para volver a viajar en avión, salir a cenar de noche o visitar lugares llenos de gente sin temor a un nuevo ataque terrorista, como el que dejó más de 6 mil muertos en Nueva York y Washington.
"Seguro. Pero mi temor es que haya una sobrerreacción de Estados Unidos que paralice la economía mundial. El peligro es que si la gente tiene que esperar demasiadas horas en los aeropuertos, si los exportadores deben enfrentar demasiadas trabas aduaneras, si los estudiantes extranjeros deben hacer demasiados trámites para conseguir una visa, las consecuencias económicas serán desastrosas", contestó Villamil.
"Si paralizas el comercio internacional por trabas de seguridad, sin utilizar la tecnología más avanzada para mantener la seguridad, se reducirá el movimiento de bienes y personas y llevará a la economía mundial a un punto muerto", afirmó.
Pensé que Villamil estaba exagerando la importancia de un problema tangencial, hasta que, al día siguiente de nuestra conversación, realicé mi primer viaje en avión desde el 11 de septiembre. Fue una experiencia desastrosa: me tomó 14 horas hacer un viaje por American Airlines desde Miami a la Ciudad de México, que normalmente dura tres horas.
No los voy a aburrir con los detalles, que incluyeron un aterrizaje forzoso en Tampa, un regreso a Miami, dos cancelaciones de vuelos posteriores y por lo menos cinco cambios de puertas de embarque para ellos. Con cada cambio de vuelo, los pasajeros tuvimos que movilizarnos repetidamente de un extremo al otro del aeropuerto y pasar nuevamente por rigurosos controles de seguridad, que incluyeron una revisión por separado de computadoras y cámaras.
Aunque todos aceptamos de buena gana el aumento de las medidas de seguridad, varios viajeros decidieron cancelar su viaje después del tercer cambio de avión. Ya habían perdido demasiadas citas de trabajo en México. Otros se quedaron hasta el final, pero varios me dijeron que lo pensarían dos veces antes de viajar de nuevo. No valía la pena pasar por tantas molestias.
Una vez en México, escuché la misma preocupación de parte de altos funcionarios y gente de negocios. Según ellos, Estados Unidos debería invertir más en nuevas tecnologías de seguridad para agilizar el movimiento de bienes y personas, porque de lo contrario se...
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