El Informe Oppenheimer / México girará hacia el centro

AutorAndrés Oppenheimer

CIUDAD DE MÉXICO.- He aquí cinco conclusiones preliminares tras las elecciones del 2 de Julio, que según el conteo oficial fueron ganadas por el candidato de centro-derecha Felipe Calderón, pero que son impugnadas por el candidato de izquierda Andrés Manuel López Obrador.

Primero, el sistema tripartidista de México necesita con urgencia una segunda vuelta electoral. De otra manera, seguirá habiendo empates técnicos que resultan en presidentes débiles. Si Calderón supera la impugnación legal a su victoria será el presidente más débil de la historia reciente de México.

Mientras que el ex presidente Ernesto Zedillo ganó las elecciones de 1994 con el 50 por ciento del voto, y el Presidente Vicente Fox ganó la elección del 2000 con 43 por ciento del voto, Calderón fue proclamado ganador con menos del 36 por ciento del voto.

El partido de Calderón tendrá una minoría del 42 por ciento en el Congreso, y necesitará el apoyo del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que salió tercero, para que se aprueben las reformas energéticas, laborales y fiscales que México necesita para volverse más competitivo.

Fox está proponiendo que en futuras elecciones haya una segunda vuelta. Otros, como Robert Pastor, de American University, proponen una segunda vuelta instantánea, como en Irlanda, en que los votantes elijan el mismo día su primera y segunda preferencia para presidente.

Segundo, la izquierda mexicana tiene que modernizarse. Según las encuestas de salida de urnas de los periódicos Reforma y El Universal, la mayoría de los jóvenes mexicanos votaron por Calderón, mientras que mayoría de los votantes más viejos apoyaron a López Obrador.

Entre los votantes de 18 a 29 años, Calderón obtuvo el 38 por ciento de los votos, mientras que el candidato de izquierda obtuvo sólo el 34 por ciento.

Por el contrario, entre los votantes de más de 50 años de edad, López Obrador obtuvo el 37 por ciento del voto, mientras que Calderón obtuvo sólo el 34 por ciento del voto.

Según los encuestadores, el pragmático lema de campaña de Calderón "Más inversiones, más empleo", atrajo más a los jóvenes que el mensaje más ideológico de López Obrador, que exigía una mayor justicia social, y tomaba distancia del proceso de globalización mundial.

Tercero, las campañas del miedo funcionan. La aseveración de la campaña de Calderón de que López Obrador era un populista peligroso que provocaría una fuga de capitales, el deterioro económico y la inflación logró asustar a muchos...

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