Impactan a familias nuevas cuotas

AutorAideé Molina

En sólo dos semanas, cientos de familias de Nuevo León se han visto obligadas a cambiar una porción de su vida.

Como consecuencia del recorte a la aportación mensual, horario, personal y menú que el IMSS ha implementado a sus guarderías afiliadas, las familias de 7 mil 876 menores usuarios han reaccionado de diversas maneras.

Y es que al ocurrir este recorte, se reduce también una hora el horario de atención gratuita a niños, y se tienen que hacer ajustes en el menú ofrecido y en aspectos como el cuidado médico en los centros afiliados.

EL NORTE publicó ayer que el IMSS minimizó la problemática generada (son 79 las guarderías "vecinales" que operan adheridas al Seguro en el Estado), pero algunas familias han empezado a apretar su bolsillo, otras han involucrado en esta problemática a familiares y algunas más están dando un vuelco a su vida laboral. También hay quienes no han resentido estos cambios.

Tres familias del área metropolitana cuentan su experiencia, y el impacto que han causado las nuevas condiciones de colaboración entre los centros infantiles y el Instituto, que entraron en vigor este año.

Trastoca a la familia...

Cristina Martínez tiene una hija en guardería. Su horario de oficina difiere dos horas del horario del centro infantil: mientras ella está en su trabajo de 9:00 a las 18:30 horas, su pequeña de 2 años está de 7:00 a 16:00 horas.

Siempre ha tenido que apoyarse en sus hermanas, también madres de familia, para recoger a su niña a la hora de salida.

"Ahora mis hermanas tuvieron que cambiar sus actividades para poder sacar a la niña a las 4 de la tarde. Ellas tienen disposición, pero en algunas ocasiones sus mismas actividades no les permiten hacerme el favor", dice la vecina de la Colonia Santa María.

Nunca ha tenido que pagar el servicio de la guardería y si sus familiares no dicen otra cosa, tampoco tendrá que hacerlo desde este enero, pues sería desembolsar 20 pesos por hora extra al día.

Sin embargo, su preocupación está centrada en otra problemática: la alimentación de su hija. Asegura que desde hace una semana, la niña no quiere asistir al centro infantil ni tampoco quiere comer.

"El martes me la regresaron porque el lunes no había querido desayunar, pero en casa de mi hermana y en la mía come bien. Ese día me hicieron regresarme de la oficina para que la llevara al médico, pero me dijeron que quizá no estaba enferma, que el problema estaba en los cambios de alimentos del menú".

Su rechazo se debe, quizá, a que ahora...

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