A su imagen le faltó creatividad

AutorVíctor Gordoa

Ubicado en la recta final de la contienda electoral más reñida en la historia política moderna de México, puedo aseverar que los tres candidatos más populares a la presidencia han demostrado su desconocimiento y, por consecuencia, ineptitud, para saber manejar correctamente su imagen pública.

Francisco Labastida: El priísta ha presentado una inusitada imagen física "camaleónica", pues cambia de color de acuerdo con el gusto personal de cada responsable territorial.

Es evidente que las fotografías que utiliza han sido manipuladas y distorsionadas de acuerdo con la región del país en que sean expuestas. Labastida el del norte es un hombre recio de cabello y bigote negros; el del centro uno cálido de cabello castaño acorde con el bigote; y el del sur es uno paternalista con pelo y bigote negro con canitas. En la televisión hemos podido apreciar que la verdad corresponde al canoso total.

Pero si sus fotos cambian, su imagen verbal no, ésta sigue siendo antigua y pétrea. Su mensaje es anacrónico y sus palabras suenan desgastadas, repetidas y teñidas de ese estilo monotonal y poco rítmico que la audiencia nacional rechaza por considerarlo aburrido y complicado.

Su anquilosada imagen es refrendada por una imagen profesional anticuada y unas formas entradas en desuso, donde los acarreados y las matracas son los recursos más modernos que podemos encontrar, todo acorde con el estilo priísta de hace 50 años y aferrado a unas costumbres que ya cambiaron, pero que se niegan a abandonar.

La imagen audiovisual de Labastida se ha caracterizado por la rapidez en la reacción, por la inversión millonaria en minutos aire, por la poca creatividad de los spots de televisión y por la oscilación entre la descalificación del oponente y lo desgastado de sus propuestas.

Vicente Fox: La evolución de Fox en el contexto nacional comienza con la ruptura de los paradigmas tradicionales, con la revolución del lenguaje, la imposición de la informalidad en la imagen física que dio un aire nuevo a un partido que se asociaba con elitismo, con salones cerrados, con nichos de poder y con ricos.

Fox supo distinguirse, sobresalir de entre el redil, llamar la atención, emerger y ganarse un lugar en el conocimiento de los mexicanos.

Acercó y reconcilió al pueblo con la política, se vendió como mesías de la moral política y la reivindicación del ejercicio del poder, pero esa imagen lo ha puesto cerca del cadalso muchas veces.

La imagen física de Fox es una mezcla de súper héroe con...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR