Huellas de lucha
Autor | Cecilia Núñez |
En un esfuerzo por llegar a Estados Unidos para reorganizarse y comprar armas, el ejército insurgente se abrió camino en el norte por parajes que pueden visitarse y, al mismo tiempo, revivir algunos episodios de la historia.
1 SALTILLO: Jamás desistir
Para 1811 los insurgentes parecían todo, menos un ejército: estaban derrotados, cansados y perseguidos; tenían fe en que su retirada hacia el norte les daría los medios para seguir sosteniendo la lucha.
Ignacio Allende, seguido por las tropas, se dirigió a Saltillo para reorganizarse. Y en esta ciudad recibió la invitación de indulto por parte del Virrey Venegas, a quien respondió en un documento firmado también por Miguel Hidalgo que aunque fuera con ríos de sangre, sostendría la lucha.
Aquí también se nombró a Ignacio López Rayón y a José María Liceaga como nuevos jefes del movimiento. El 17 de marzo salieron de Saltillo por el Camino Real de Tierra Adentro que los llevaría a la Hacienda de Santa María hasta cruzar la sierra y seguir camino al norte.
Para revivir los episodios históricos hay que mirar los murales de Almaraz y Tarazona en el Palacio de Gobierno, un edificio de estilo neoclásico con 200 años de antigüedad; dar un paseo por la Plaza Independencia y visitar la Catedral de estilo churrigueresco, construida entre 1745 y 1897.
www.ocvsaltillo.com
Toma nota: El Palacio de Gobierno abre sus puertas de lunes a viernes de 9:00 a 20:00 horas. Aprovecha la visita a Saltillo para recorrer el Museo del Desierto, que exhibe los hallazgos paleontológicos en la zona.
2 ACATITA DE BAJÁN: La aprehensión
Acatita de Baján, Coahuila, fue el sitio donde los primeros caudillos insurgentes, Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Mariano Abasolo, Juan Aldama y Mariano Jiménez fueron aprehendidos el 21 de marzo de 1811.
Las tropas insurgentes, camino a Estados Unidos, confiadas en que el paso estaba libre, decidieron parar en Acatita de Baján porque ahí estaba la mayor fuente de agua.
El ejército llegó a ese pueblo, entre Saltillo y Monclova, tras andar mil kilómetros. Cansados y distraídos, Ignacio Elizondo los sorprendió y los apresó en nombre del Rey; después los trasladó a Monclova.
Capturaron a más de mil hombres y el botín fue un millón de pesos en plata que eran para la compra de armas en Estados Unidos.
Además de pasear por la Loma del Prendimiento, visita el obelisco y los monumentos que conmemoran este suceso. Ubica la placa que indica el lugar exacto donde acorralaron a los insurgentes.
www.sectur...
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