La huella carrancista en NL

AutorMariana Montes

Dicen que el reloj marcaba las 4:30 horas del viernes 21 de mayo de 1920 cuando, en Tlaxcalantongo, Puebla, hombres encabezados por el militar Rodolfo Herrero dispararon a la choza donde descansaba Venustiano Carranza.

El Presidente de la República, llamado Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, quedó muerto en ese lugar en ese día hace 100 años.

Historiadores recuerdan en esta fecha al "Barón de Cuatro Ciénegas", Coahuila, y la marca que sus seguidores dejaron en Nuevo León en los convulsos días de la Revolución Mexicana.

CARRANCISTAS EN NL

La conexión de Carranza y Monterrey se remonta al siglo 19, pues el padre de Venustiano, Don Jesús, era amigo de Santiago Vidaurri, quien fue Gobernador de Nuevo León, cuenta César Morado, historiador y coautor del Diccionario Histórico y Biográfico de la Revolución Mexicana.

Vino el levantamiento de Francisco I. Madero, la Presidencia de éste y su asesinato en la llamada Decena Trágica, el golpe que puso a Victoriano Huerta en la silla presidencial. La rebelión que Carranza lanzó en contra de este golpista catapultó al coahuilense a la historia, opina Morado.

Pero en aquel entonces, los empresarios nuevoleoneses no se mostraban entusiastas ante la idea de enfrentar al régimen de Huerta.

"Buscando mantener la paz, la élite empresarial de Monterrey había apoyado a Salomé Botello, el Gobernador huertista", menciona. "Y cuando los carrancistas quisieron tomar la ciudad en 1913, los empresarios los combatieron con un grupo armado llamado La Defensa Social".

Sin embargo, los carrancistas lograron su objetivo de controlar la Ciudad en 1914. Ese mismo año, Carranza pisó Monterrey para impulsar la Gubernatura de Antonio I. Villarreal, hombre culto y radical nacido en Lampazos.

La venganza en contra de los empresarios locales que se opusieron a los carrancistas fue terrible.

"(Antonio I. Villarreal) incautó propiedades a los enemigos del carrancismo. Hasta Cervecería Cuauhtémoc fue incautada y entregada a los obreros, quienes la administraron durante ese lapso", dice el historiador.

"La familia Garza Sada huyó a Texas. Villarreal expulsó sacerdotes y derribó el Templo de San Francisco (hoy el Circulo Mercantil Mutualista)".

Llegaron los villistas, pero los carrancistas lograron retomar la Ciudad y apoyar la gubernatura de Nicéforo Zambrano, empresario de San Nicolás de corte moderado que estuvo en el poder de 1917 a 1919.

Enfrentó las huelgas metalúrgicas de 1918 y la influenza española. Pero incluso con...

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