Hoy vivirán lección cívica

AutorSilvia Ruano

El plazo se cumplió y llegó el momento de que la ciudadanía presente un difícil examen de civismo.

Las urnas están dispuestas en poco más de 4 mil 700 casillas distribuidas en todo Nuevo León para que hombres y mujeres decidan aquí, con su voto, el futuro político de Monterrey, del Estado y, también, de la Cámara de Diputados a nivel federal.

Todo está listo para esta peculiar prueba, sin embargo, algunos expertos consideran que el bajo nivel de discusión y propuesta en las campañas electorales, la guerra sucia entre candidatos y las escasas promesas cumplidas después del 2 de julio del 2002 cuando con una afluencia histórica la población del país se acercó a las urnas, han impactado negativamente en algunos votantes.

Es por eso que aún en estos momentos decisivos hay quienes se preguntan si vale o no la pena salir de casa para emitir el sufragio.

"Por supuesto que vale la pena", dice Jesús Mario Lozano, doctor en filosofía por la Escuela Europea de Graduados.

La ciudadanía no debe dejar pasar esta oportunidad definitiva aunque los ánimos no estén en su posición ideal, agrega el director de postgrado de la Facultad de Artes Visuales de la UANL.

"A final de cuentas el voto es nuestra única posibilidad de mejorar radicalmente el bajo nivel de discusión política que tanto hemos criticado", opina el también videoasta y director de teatro.

Sea cual sea la posición política o preferencia de cada persona, agrega, el voto es muy importante porque sus alcances van mucho más allá del momento en que se emite.

"Votar es la punta del 'iceberg' de la participación política ciudadana, la afirmación para que exista; (es) un factor para que los funcionarios en el poder recuerden que hay ciudadanos interesados dando seguimiento a su trabajo", indica Lozano.

Dado el bajo nivel de campaña, una salida fácil sería no votar, añade, pero hacerlo sería legitimar la indiferencia; dar carta abierta para que los funcionarios puedan hacer lo que quieran; rehusar la participación política en general que no es exclusiva de quienes se ocupan de los cargos públicos.

Por eso, destaca, no es sólo cuestión de votar o no hacerlo, el espacio político debe construirlo la sociedad en forma conjunta, no los candidatos y sus campañas.

Derecho y obligación en la ruta del cambio

Al voto se le describe casi siempre como un derecho, dice la académica e investigadora Lídice Ramos, pero también es una obligación que nadie debe pasar por alto.

"Tenemos que manifestar nuestra opinión, si...

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