Los héroes del 'Alex'

AutorDaniel de la Fuente

Esa tarde del 30 de junio de 2010 cuando empezaron a arreciar las lluvias, la orden a las corporaciones fue contundente: "Quédense donde están hasta que bajen las aguas y, si alguien no puede llegar a su trabajo, repórtese en la dependencia de rescate más cercana".

El huracán "Álex" estaba llegando a Nuevo León.

La realidad, sin embargo, fue que cientos de rescatistas de Protección Civil, cruces Roja y Verde -esta última ya desaparecida-, bomberos, cuerpos policiacos y militares, así como voluntarios, debieron salir para salvar vidas bajo una tormenta que alcanzó su punto más alto en las primeras horas del 1 de julio cuando el fenómeno meteorológico hizo su entrada por la Región Citrícola, específicamente Linares.

Santa Catarina fue castigado por el meteoro que, de acuerdo con cifras oficiales, trajo al Estado por 60 horas continuas tres veces más agua que el huracán "Gilberto", de 1988, y provocó el colapso y la destrucción en zonas residenciales usualmente a salvo.

En Protección Civil de ese municipio, la base de operaciones perdió comunicación con una unidad que andaba en recorridos de evacuación. Fue entonces que compañeros de la dependencia salieron en su búsqueda.

Gilberto Almaguer, hoy director del área, era elemento operativo y llegó con otros al cruce de las calles Solidaridad y Cuauhtémoc, a metros del Arroyo El Obispo, en busca de sus compañeros.

Se subió a lo que más tarde sabría era un Chevy bajo el agua y rastreó la zona. En eso divisaron un transporte escolar con dos personas atrapadas en su interior.

"Ya estaba anocheciendo y era peligroso por la corriente", recuerda. "Luego nos dimos cuenta de que pasamos por alcantarillas y pluviales que nos pudieron haber succionado. Uno de los compañeros sentía como un hormigueo en la pierna: era un transformador que estaba caído en el área".

Gilberto ya no pudo avanzar ni retroceder. Pensó lo peor.

"El agua seguía subiendo y, recordando que a los que se lleva la corriente es difícil hallarlos, es una muerte segura, me amarré a unas de las vigas que estaban en uno de los techos para que por lo menos encontraran mi cuerpo", cuenta.

En eso llegaron sus compañeros Ricardo Uribe, Pedro Cobos y Alfredo Gutiérrez, quienes extendieron cuerdas y escaleras para liberar a Gilberto. Todos implementaron un sistema de cuerdas para llegar hasta el transporte escolar, pero un tejabán flotante tumbó el entramado, por lo que debieron volver a instalarlo.

Y en eso pasó una camioneta blanca arrastrada por...

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