Hallan en Tlatelolco mural novohispano

AutorPatricia Cordero

EL NORTE / México

MÉXICO.- Bajo el Convento de Santiago Tlatelolco, en la Plaza de las Tres Culturas, fue hallado el primer mural novohispano realizado por indígenas en el Siglo 16, asegura el arqueólogo Salvador Guilliem.

"Sería la primera pintura mural de Tlatelolco, incluso de la Ciudad de México, hecha por manos indígenas, con sus técnicas, materiales y colores; muestra del sincretismo novohispano y mesoamericano", agrega el responsable de la zona arqueológica de Tlatelolco.

En la obra se recrea la vida lacustre del México prehispánico. Plantas y animales acuáticos -peces, tortugas, lirios-, instrumentos de pesca -anzuelo, redes, flechas- y figuras de pescadores, además de un jaguar, un águila y una garza, son algunos de los 44 elementos identificados hasta el momento; los cuales, dice Guilliem, coinciden con los descritos por Fray Bernardino de Sahagún en el "Códice Florentino".

La paleta de colores es la típica usada por los tlatelolcas, enfatiza, con las tonalidades rojo, ocre, azul y negro.

La influencia novohispana y europea del arte destaca en el hallazgo realizado por el restaurador Gonzalo Fructuoso, del rostro de un ángel entre los fragmentos de pintura.

Desde abril, añade el especialista, han sido descubiertos 4 metros de la pintura en la caja de agua que sirviera para abastecer del líquido a los habitantes del antiguo Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, escuela donde se educaba a los indígenas en el aprendizaje del español, el latín y el náhuatl.

A partir de estos 4 metros, se espera encontrar, de acuerdo a la proporción arquitectónica indígena, 16 metros más: 4 en las partes oriental y occidental, y 6 al norte y sur, dando un total de 20 metros.

El mural fue pintado aparentemente con la intención de que pudiera apreciarse en la parte superior de la caja de agua, para que en la inferior fluyera el líquido; representando así la composición medieval, en la que el área alta pertenece al cielo, la intermedia a la tierra, y la baja al inframundo, que sería el agua.

Se estima, considera Guilliem, que la altura máxima del mural era de 2.20 metros; pero que éste fue decapitado intencionalmente, colocando algunos de los fragmentos cercenados en el interior de la caja de agua.

La posible fecha del mural, el 6 de enero de 1536, cuando se inaugura el Colegio de la Santa Cruz, y la utilización de la técnica de la grisalla en las figuras humanas demuestra que fue realizado por encargo de los frailes franciscanos, explica el arqueólogo.

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