Guadalupe Loaeza / De tin marín...

AutorGuadalupe Loaeza

Por fin los cuatro candidatos a la Presidencia 2018 ya están en campaña. A partir del 30 de marzo no hemos dejado de escuchar sus respectivos spots. Todos ofrecen cosas maravillosas, extraordinarias y más que deseables.

Al escuchar sus promesas una quisiera votar por cada uno de ellos. Se escuchan optimistas, luchadores por la democracia, dispuestos a terminar con la corrupción y la violencia, resolverán los problemas de la pobreza, garantizan la felicidad:

"Se terminarán los privilegios en el Gobierno. No me voy a subir en el avión presidencial", dice AMLO.

"Con el programa Avanzar Contigo, tú pones las ganas y nosotros el apoyo. Soy José Antonio Meade y voy a avanzar contigo", menciona el candidato, sin duda el más decente de los aspirantes.

Por su parte, Anaya, candidato del Frente, arremete contra el PRI y asegura ser la mejor opción. ¿Por qué sería la mejor opción?, nos preguntamos incrédulos.

Me gusta el primer spot de Margarita Zavala, es empático y honesto. "Incertidumbre. Enojo. Miedo. Crisis. Corrupción. Inseguridad. La economía debilitada. Estados Unidos y la humillación. Hoy no tenemos certezas, pero México es mucho más que sus problemas y sus gobiernos...", lo dice despacito, claro y con firmeza. Me da gusto que haya quedado en la boleta.

Las campañas electorales, las cuales durarán 90 días, deberán transmitir 22.9 millones de spots de los candidatos de los partidos políticos e independientes. ¿Por qué tantos mensajes? Porque entre la Presidencia de la República, las dos Cámaras del Congreso de la Unión y autoridades locales de 30 entidades del País, deberemos votar por 18 mil 311 cargos.

Los partidos recibirán 6 mil 702 millones de pesos. Sí, ese domingo 1 de julio votaremos 89.2 millones de mexicanos en 155 mil 484 casillas que estarán instaladas en la República Mexicana.

No nos hagamos bolas. Al contrario, involucrémonos lo más posible, informémonos y decidamos con madurez cívica. Nuestro País está juego. El porvenir de nuestros hijos está en suspenso y el de nuestros nietos más aún.

Los invito a imaginar, en orden alfabético, a los cuatro candidatos. ¿Cómo se sienten? ¿Qué sueñan por las noches? ¿Qué se dicen cuando se ven frente al espejo?

Ricardo Anaya: "No soporto su sonrisita", me dijo un chofer de taxi, a quien le pregunté si ya sabía por quién iba a votar. El comentario hizo que me preguntara qué había realmente detrás de esa sonrisita. ¿Miedo? ¿Hipocresía? ¿Ocultará una cara que desconocemos?

Tengo la impresión de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR