Guadalupe Loaeza / Re-si-lien-cia

AutorGuadalupe Loaeza

¿Qué haríamos en estos momentos de confinamiento sin nuestros afectos? ¿Qué haríamos sin los amigos o familiares, sin que nos pregunten afectuosamente cómo estamos, cómo nos fue en el temblor o sin que nos manden un meme, o un artículo, seguros de que nos dará más luz respecto a estos tiempos de incertidumbre?

¿Qué haríamos sin nuestra pareja que nos escucha (como tutor de la resiliencia) con la que compartimos las tres comidas y con quien nos reímos por cualquier tontería? ¿Qué haríamos, encerrados como estamos, sin su apego, más fuerte que el amor?

Boris Cyrulnik, psiquiatra, responde varias preguntas a Carlos Manuel Sánchez, de la revista española XLSemanal, en relación a la re-si-lien-cia, término que para el neurólogo significa iniciar un nuevo desarrollo después de un trauma y descubrir la "segurización", es decir, la recuperación, las relaciones y la cultura. En otras palabras, es una forma de renacer del sufrimiento e intentar dejarlo atrás para no encontrarse atrapado en el pasado.

Quién mejor que Cyrulnik, de 82 años, nacido en Bordeaux, Francia, y sobreviviente de la Segunda Guerra Mundial, para explicarnos de qué manera nos afecta el hecho de encontrarnos ante una epidemia que parece no tener fin: "El confinamiento machaca psicológicamente. Resisten mejor los que ya tenían una buena disposición. Su fortaleza se basa en tres factores: confianza en sí mismos, un dominio del lenguaje que les permite contar lo que les pasa. Y tener a alguien a quién contárselo; es decir una red afectiva de familiares y amigos".

Para adaptarnos mejor a estas circunstancias, para el autor de más de 20 obras, entre ellas, "Escribí soles de noche", es fundamental contar con un mundo interior rico y meditar, leer, escribir y disfrutar la música.

"La espiritualidad también ayuda. Incluso cocinar", dice Cyrulnik con una serenidad envidiable, la misma que muestra en todas sus entrevistas de televisión y mesas redondas a las que no deja de asistir, especialmente desde que empezó el Covid-19.

De lo que no tiene la menor duda Cyrulnik es que "resiste mejor quien tiene una red afectiva de familiares y amigos". De hecho, está convencido de que la resiliencia es como un músculo que podemos ejercitar, pero también se puede dañar si está demasiado expuesto a presión.

Primera regla, no quedarse solo o sola, ya que se refuerzan los pensamientos negativos y tendemos a sufrir mucho más, lo cual nos puede llevar a la...

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