Guadalupe Loaeza / Bendito amor
Autor | Guadalupe Loaeza |
Querida "Gaviota":
Entre más lo pienso, más me digo que no tienen otra solución, más que huir. Si de verdad quieren salvar su amor, tienen que irse a una isla muy lejana; a una isla donde nadie sepa quién es Angélica Rivera ni quién es Enrique Peña Nieto. Créeme que si te lo digo es por su bien y por el bien de todos. ¿Acaso no es más importante "la luna de miel que van a tener toda la vida", tal como declaraste en una entrevista que una Presidencia que nada más durará seis años?
Tú misma le dijiste a la revista ¡Hola!, la cual te dedica en este número que está circulando más de 35 páginas a todo color, que nunca habías sido tan feliz y que te encontrabas "muy agradecida con Dios por darme la oportunidad de tener la familia que tanto soñé y a mi lado a un hombre que me respeta, que me ama, que me cuida". Pero, "Gaviota", ¿no te has puesto a pensar que, cuando seas nuestra Primera Dama, quienes te cuidarán serán decenas de guaruras y que seguramente pasarás muchas horas sola, esperando que regrese a Los Pinos un marido abrumado, y sumamente presionado por tantos y tantos problemas que le heredará a Calderón?
¿No te has puesto a pensar que ya no serás libre como suelen ser las gaviotas y que lo más probable es que termines en una jaula de oro pendiente de uno de los miles de balcones que tiene la casa presidencial, en medio de "grillas" y de puras malas noticias? ¿Y por último no te has puesto a pensar lo que se les espera a tus adorables hijas, especialmente a la pequeña Regina, sumergidas en un mundo totalmente irreal? No, qué horror. Mejor ¡váyanse, huyan! Todavía están a tiempo.
Por lo que leí de ti, en el número especial que publicó la revista Quién y que también está circulando estos días, tengo la impresión de que tú no eres una mujer ambiciosa, que no te importa el poder y que la política te tiene sin cuidado. ¿Quién te iba a decir, hace apenas unos años, cuando estabas en el colegio Las Rosas, y que siempre eras seleccionada para interpretar el papel de la Virgen María en las pastorelas, que te convertirías en la protagonista de la telenovela "Destilando Amor" y en el gancho número 1 para que Enrique llegara a ser Presidente? ¿Quién te iba a decir a ti que llegaste a ser "El rostro del Heraldo de 1987", que una vez que fueras la Primera Dama, podías darles órdenes a todos los altos ejecutivos de Televisa?
Porque eso sí, "Gaviota", cuando llegues a Los Pinos vas a poder tronarles, a todos, los dedos. Si no me crees, pregúntale a...
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