GLOSAS MARGINALES / Producción y empleo en dos crisis

AutorEverardo Elizondo

Este año no me invitaron a la reunión anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Lástima, porque se llevó a cabo en el bellísimo Cancún. Así pues, perdí no sólo la oportunidad de alejarme del violento entorno de Monterrey, sino también de beneficiarme del optimismo que, al parecer, prevaleció en el evento.

Según he podido desprender de las notas de prensa, puede decirse que los reunidos en Cancún piensan que las economías de América Latina salieron bien libradas de la crisis global (supongo que con la excepción de la mexicana); anticipan una reactivación vigorosa; no detectan signos preocupantes en la parte fiscal; se sienten tranquilos en lo que toca a la inflación; perciben una clara reducción de la estimación de riesgo por parte de los inversionistas extranjeros, y descartan la ocurrencia de impactos negativos sobre la región, derivados de las dificultades financieras de algunos países europeos (los llamados "PIIGS", y de Grecia en particular). Tales fueron, en resumen, los rasgos principales del entusiasmo.

Sin embargo, la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Alicia Bárcena, se encargó de enfriar los ánimos, al señalar que el número de pobres en la región quizá se incrementó en 9 millones de personas durante 2009, de los cuales 5 millones cayeron en la pobreza extrema. Además, tuvo la descortesía de añadir que, según la Cepal, el 40 por ciento de los nuevos pobres son mexicanos, y de calificar como "insuficientes" los 200 mil empleos creados en México en lo que va del 2010.

Fuere como haya sido en el puerto caribeño, lo cierto es que el consenso entre los analistas consiste en que, en efecto, lo peor de la crisis quedó atrás y que el futuro inmediato se perfila relativamente positivo. En el caso de México, una ojeada a lo sucedido en el periodo 1994-95 puede resultar útil para evaluar la perspectiva actual -sin olvidar que aquel desafortunado episodio fue de manufactura nacional. Para ello, quizá conviene revisar gráficamente la trayectoria del llamado Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), primero, de enero de 1994 a enero de este año y, luego, de enero del 2008 a diciembre del 2009.

Como puede observarse en la Gráfica 1, la actividad económica cayó precipitadamente durante los últimos meses de 1995...

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