GLOSAS MARGINALES / El filo de la navaja

AutorEverardo Elizondo

Janet Yellen (JY) es la inusual presidente del pequeño grupo de personas (el Board, la Junta) que determina la política monetaria del Fed, el Banco Central de Estados Unidos. JY es la primera mujer que ocupa esa posición en los cien años de existencia de la institución. Se trata de una académica de carrera, quien tiene apenas una década en el servicio público. Me refiero en consecuencia, como comenté en alguna otra parte, a una de las mujeres más poderosas del mundo. (Otra de ellas, toda proporción guardada, es Angela Merkel, la canciller de Alemania).

El pasado 15 de julio JY presentó, ante un comité del Senado, el Reporte (semi-anual) de Política Monetaria que el Fed está obligado a entregar al Congreso. Leí, creo que con mucho cuidado, el discurso donde JY resumió lo fundamental del documento. Y me aburrí bastante, a pesar de que el tema es de una importancia extraordinaria no sólo para la economía de Estados Unidos sino también para la mundial y, por ende, para la mexicana. Lo que pasó es que JY no dijo nada nuevo: la actividad económica está mejorando gradualmente, aunque el mercado laboral todavía está flojo; la inflación está por debajo de la meta oficial; el Fed va a terminar pronto con uno de sus programas de estímulo monetario (el famoso QE), pero ofrece mantener baja la tasa de interés por un periodo posterior muy prolongado; el alza de los precios de los activos financieros sugieren cierta vulnerabilidad, pero no es anormal; etc.

Para encuadrar mejor lo anterior, quizá conviene recordar que el Fed es un Banco Central peculiar, el cual es independiente del Ejecutivo, pero que depende a fin de cuentas del Legislativo. La ley ha encargado al Fed usar los instrumentos de la política monetaria (básicamente, una tasa de interés de corto plazo) para intentar el logro de dos metas generales: estabilidad de precios y máximo empleo. El Congreso no ha asignado un número específico a los propósitos referidos, pero el Fed ha determinado que, en un plazo medio, la meta es una inflación de 2%, calculada mediante un índice de precios del gasto del consumidor -mismo que, curiosamente, excluye los gastos en alimentos y en energía. El banco no tiene una cifra de naturaleza similar, que corresponda a la meta del desempleo, pero se piensa que una tasa de 5.5% de la fuerza de trabajo es la apropiada.

El Fed sabe de sobra dos cosas clave, que son parte de la...

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