GLOSAS MARGINALES / Argentina: Cuesta abajo

AutorEverardo Elizondo

El mes pasado, la noticia de la derrota sorpresiva del Presidente de Argentina, Mauricio Macri --en unas elecciones primarias-- detonó una crisis financiera, manifestada, entre otras cosas, en una depreciación del peso. Macri asumió la Presidencia en 2015, prometiendo remediar los terribles males económicos, sociales y políticos de su país. Males seculares sí, pero agravados por el desgobierno sucesivo de los esposos Kirchner. Macri falló, y el electorado le pasó la factura, votando en favor de Alberto Fernández, un político que quizá repetirá las malandanzas del kichnerismo. Volverán las políticas populistas que gestaron la crisis anterior (2001). El mercado leyó el mensaje, el capital salió huyendo... y el resto es la historia de las últimas semanas. Con su agudeza usual, Mario Vargas Llosa calificó lo ocurrido como un Retorno a la barbarie, englobando el suceso argentino --toda proporción guardada-- con los desastres venezolano y nicaragüense. (El País, 31/08/19).

De entonces a ahora, como era de esperarse, se han producido toda clase de interpretaciones de la catástrofe. Sin embargo, quizá no sea demasiado simplista agruparlas en dos categorías: 1.- las que atribuyen el problema a la aplicación de "las nefastas medidas neoliberales" (sic) recomendadas por el rescatador FMI; y, 2.- las que achacan la debacle a la ausencia de un verdadero cambio estructural, y a la incongruencia recurrente de las políticas económicas de Macri. Me adhiero a la segunda.

En junio 2018, el FMI concedió al Gobierno argentino un préstamo de 50 mil millones de dólares. Unos cuantos meses después, cuando fue evidente que las condiciones del contrato estaban siendo incumplidas, se desató un conflicto que motivó la renuncia del presidente del banco central, Luis Caputo. El acuerdo se renegoció en forma muy laxa en octubre, elevando el monto del préstamo a 57 mil millones. Tampoco se respetó.

Durante el Gobierno de Macri la deuda externa (100 mil millones de dólares) creció unos 25 puntos porcentuales, como fracción del PIB. Esto es difícil de creer, frente el hecho de que Argentina ha incurrido --hasta ahora-- en ocho impagos de sus pasivos con el exterior. A pesar de tales antecedentes, el Gobierno colocó en 2017 un bono a 100 años a una tasa increíblemente baja. ¿Por qué...

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