Germán Dehesa / Semanita alegre III

AutorGermán Dehesa

UGALDE SE PONE INTENSO: Por esas cosas raras de la vida, Luis Carlos Ugalde vino a quedar, por obra y gracia de la presencia del PRI y el PAN y la ausencia del PRD, al frente del IFE. Para muchos es un personaje discutible, pero al hacer esta apreciación, mezclan lo privado con lo público. A mi juicio, aun sin tener la pulcra prestancia de José Woldenberg, Ugalde ha hecho bien su tarea y ha lidiado bien con la esperpéntica pelea de perros que ha sido esta campaña que los ciudadanos hemos padecido como si nos hubieran llevado a pata de Tuxtla Gutiérrez a Tijuana.

He de decir que no me gustó el hecho de que el IFE se erigiese en censor e inquisidor de los spots de los distintos partidos. Para eso hay autoridades (¿las hay?). Nuestros candidatos no se han tentado el corazón para tirarse a matar, pero su piel se vuelve como de cristal finísimo si ellos son los destinatarios de la pedrada. De cualquier modo, si algún candidato se hubiera sentido calumniado, injuriado, o lo que fuera, podría haberse querellado ante esas autoridades ya establecidas. El protagonismo del IFE en estos asuntos me pareció fuera de lugar.

Discierno otro problema: me da la impresión de que a Ugalde ya le gustó el micrófono y que no desperdicia oportunidad de pepenarlo para recetarnos una cápsula de civismo. Me parece excelente que todos los ciudadanos meshicas entendamos nuestros deberes y derechos que se nos imponen por pertenecer al entramado social del país y del mundo; lo que no creo es que sea Ugalde el llamado por los dioses tenochcas para civilizarnos ya de salidita.

El martes 27 por la noche, don Ugalde estaba más serio que nunca. Hagan de cuenta Pericles Adams ya crecidito, pero igual de enojado. Frente a los micrófonos anunció urbi et orbi que el miércoles a la medianoche terminaría de golpe la propaganda política. Luego añadió: y esto obliga no nada más a los partidos, sino a los medios de comunicación electrónicos y escritos y ¡también a los particulares! Esto nos lo dijo con mirada amenazante. Tan conminatoria fue ésta, que yo de inmediato cancelé en mi mente el extemporáneo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR