Germán Dehesa / Las opciones degradadas

AutorGermán Dehesa

Fue mi maestra Rosario Castellanos la primera a la que oí hablar de esta cuestión. Ella nos remitió a Jean Paul Sartre y éste nos envió de regreso al subdesarrollo. Me explico: el ejercicio de la libertad se tiene que cumplir en un ámbito que ofrezca diversas opciones. Al escoger ésta o aquélla, el ser humano está tratando de cumplir su condición y su destino, pero, ¿qué ocurre cuando todas las opciones que una realidad ofrece están degradadas?, ¿qué ocurre en un universo en el cual, escojas lo que escojas, desembocarás en la frustración?

Ya verás, lectora lector querido, que no estoy abismándome en la teoría y ausentándome de la realidad; todo lo contrario: tal como viene la oferta mexicana, el universo de las opciones degradadas es la mera, la inescapable, la puritita realidad. O a ver, dígame usted, por quién tomó partido en el último y enojoso enfrentamiento entre el Presidente Fox y nuestra honorable Cámara de Diputados tan pintorescamente representada por el señor Beltrones (¿alguien recuerda la valiosa ayuda que Don Manlio Fabio le prestó a Raúl Salinas para obtener pasaportes de todos los colores?). Por un lado estaba un Congreso que con saña facciosa hizo garras un presupuesto para obtener, no el bien de la ciudadanía que siempre les ha importado un pistache, sino algunos y pinchurrientos beneficios para su causa partidaria en el 2006; por el otro, un Presidente que tardíamente recordó su derecho a la indignación e intentó, sin consulta atinada, un litigio cuyo destino es más que dudoso. Melancólicamente yo tomo partido por el Presidente porque ya me va pareciendo terrible que lo vejen con tanta impunidad y que se pongan los diputados como virgencitas ofendidas en cuanto el Ejecutivo se les pone al brinco. Para mejorar las cosas, estuvo la bancada panista que no encontró mejor solución que abandonar el debate con aire de enorme dignidad. ¿Les pagamos para que se larguen, o para que estén y dejen por lo menos testimonios y argumentos que hablen de su desacuerdo?, ¿recordarán que el abandono del debate es un argumento último para un partido de oposición, pero no para el partido en el poder? Son conmovedores. Mejor dicho: lo serían si su miopía no dañara a todo el País y no erosionara los últimos restos de esperanza que le quedan a aquel México renovado y brioso que en aquel 3 de julio del 2000, ahora tan...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR