Gerardo Puertas Gómez / No están de más

AutorGerardo Puertas Gómez

Un hombre habla en una asamblea y unas personas oran. Unos abuelos sirven alimento a su familia y unos padres cobijan a sus hijos.

Celebramos el 60 Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamada por la Organización de las Naciones Unidas, en París, el 10 de diciembre de 1948.

¿Para qué sirven los derechos humanos? Muchas personas se lo cuestionan en la situación de México.

Están para proteger delincuentes, afirman. Cumplen la tarea de favorecer el libertinaje, sostienen.

Explicable es que, ante la inseguridad y el desenfreno, haya quienes los ven con malos ojos.

¿Qué objeto tiene un documento internacional? Muchos individuos se lo preguntan en la circunstancia del mundo.

Está para expresar utopías, dicen. Posee la misión de indicar buenos deseos, manifiestan.

Entendible es que, ante la miseria y la desigualdad, haya quienes los miran con escepticismo.

Pero unos y otros están equivocados. Porque olvidan la esencia de la persona y el valor de la libertad.

Los derechos humanos se fincan en dos corrientes: el jusnaturalismo racional y el teológico.

La primera tesis señala que gozamos de derechos porque, como especie, compartimos razón y voluntad.

Su fundamento reside en una cultura democrática que, nacida del liberalismo, constituye una asignatura pendiente.

La segunda postura indica que disfrutamos de prerrogativas porque, como humanidad, nos han sido concedidas por el Creador.

Su cimiento se asienta en una idea espiritual que, surgida de la religiosidad, está animada por una vocación trascendente.

Pero, por ambas vías, los derechos humanos parten de un presupuesto similar y apuntan a un objetivo semejante.

La persona es sagrada y posee una dignidad inherente. Las prerrogativas del individuo someten la acción política a la visión ética.

Los veneros del tema se remontan al pensamiento de Confucio y a la enseñanza de Jesús.

Sus afluentes se van ensanchando a través de las centurias, gracias a la filosofía, al derecho y a las religiones.

Teorías como las del tratamiento de los prisioneros de guerra, durante el siglo 19, generan conciencia sobre su...

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