Genio y Figura/ Pachela

AutorGaby y Pablo

Aristóteles dijo que nadie escogería vivir sin amigos, aunque tuviera todos los demás bienes. Porque la amistad es un alma que habita en dos cuerpos y un corazón que habita en dos almas.

Tengo el privilegio de gozar de la amistad de Pachela. Una amistad de esas que nos hacen crecer y ser mejores personas. Cuando trato de describir sus cualidades, su fuerza de carácter, su autenticidad y entusiasmo, la gente difícilmente me cree. Me faltan palabras para poder contar el gran ser humano que es, lo mucho que la admiro y todo lo que he aprendido de ella.

Hay anécdotas que por sí solas la describen. Me acuerdo de aquel recorrido que hizo a caballo, mismo que Hernán Cortés hiciera de Veracruz a la Ciudad de México y que muchos de los acompañantes claudicaron a la mitad del camino. Pachela, con todo y caballo enfermo llegó. El no cumplir una meta no está dentro de su mente. Su vida está hecha de conquistar victorias privadas. Aun si se trata de barrer, barre como la mejor.

Pachela es verdaderamente especial, posee dos grandes fortalezas de espíritu: generosidad y coraje. Su actitud hacia la vida es una lección para cualquiera que la conocemos. Es una mujer emprendedora que ama la vida y la vida la ama a ella. Es despistada y audaz como nadie. Recuerdo cuando en prepa le tocó torear a un toro, éste no se dejaba poner las banderillas, así que lo agarró de la cola y se las puso como de inyección.

Tiene el don de hacernos sentir que todo es fácil, aun el reto más difícil que tengamos por delante. Su convencimiento es tal, que acabamos por creerle para intentar y lograr aquello que nos parecía inalcanzable.

Pachela es una mujer que no tiene edad. A los 45 años se convirtió en cinta negra de tae kwon do, con todos los dans que existen. Motivó a Gerardo, su esposo, y sus cuatro hijos a que la obtuvieran también. Al mismo tiempo se recibió de la carrera de Ciencias Humanas. En varios viajes que hicimos juntos en bicicleta existía siempre la tentación y posibilidad durante los ocho días de claudicar y subirnos a la camioneta para continuar así el viaje, a lo cual ella nos decía: "Un paso atrás, ni para tomar vuelo. ¡Claro que puedes...!".

Ese espíritu se nos contagió a todos. Siempre ha ejercido un liderazgo con muchísimo carisma.

En la expedición de buceo, que hicieran Gerardo y ella juntos, fue la más aventada para bucear de noche y acariciar a los tiburones que la rodeaban. Sobra hablar del profundo amor y amistad que entre Gerardo y ella se tienen. Sus...

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