Genio y Figura / Las vacaciones

AutorGaby Vargas

¡Qué a tiempo llega la hora del recreo, las vacaciones! Cuando el cuerpo pide a gritos un rato de ocio, la mente ya no piensa lúcidamente, la comunicación con nuestra pareja o nuestros hijos exige atención, y el mundo lo comenzamos a ver través de una lente gris, atinadamente, llegan unos días de descanso. Bienvenido paréntesis que se disfruta más en la medida en que nos lo hemos ganado.

Las vacaciones nos dan la oportunidad de hacer cosas diferentes. De dejar a un lado la preocupación constante de ser "hacedores humanos" y convertirnos más en "seres humanos".

Nos ofrece el tiempo ideal para rescatar a nuestro acartonado niño interior y hacer tonterías. Sí, tonterías que nos hagan reír, explorar, hacer cosas irracionales, absurdas, y jugar con las inagotables posibilidades que ofrecen lo bobo y la simpleza. Con nuestra desmayada capacidad de asombro, los adultos difícilmente comprendemos cómo una tontería singular o estrafalaria puede divertir, satisfacer y alimentar tanto a un niño.

Los estudios revelan que una criatura necesita de la risa, de la tontería, del juego y de la diversión para su sano crecimiento mental y emocional. ¡Los adultos también! Robert Holden, autor del libro La risa la mejor medicina, dice que "Ser tonto no es ninguna tontería. Ser tonto es un primer paso a ser libre".

Pregúntese hace cuánto tiempo no se deja llevar por la simpleza. Esa actitud sana e infantil que nos ayuda a mantener nuestra mente joven y viva. ¿Hace cuánto no nos permitimos reírnos de nosotros mismos, respirar a pleno pulmón y liberarnos del estrés, de la seriedad, del "deber ser" y de las telarañas?

Recuerdo la sensación de relajamiento, de paz interior, de afinidad y convivencia que sentí al regreso de un fin de semana en el que compartimos Pablo, mis hijos y yo, un rancho con otras familias. Grandes y chicos jugamos tonterías: bote pateado, el juego de las sillas, quemados, escondidas en la noche, dígalo con mímica, etcétera. Nos reímos como nunca.

Pasatiempos en los que convivimos y compartimos momentos mágicos y algunos desempolvamos la niñez. Me di cuenta de que sin ser su fin, cada juego nos acercó, nos provocó experimentar el compañerismo, la cooperación, el reto y la emoción.

Bien vistos, los juegos no sólo son asunto de niños, como muchos adultos pensamos. Son fuente de inspiración, energía, creatividad, autorrealización, desarrollo y crecimiento personal.

Según Holden, "El juego es la preparación más adecuada para la vida. De chicos, el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR