Genio y Figura / Mis papás se están divorciando

AutorGaby Vargas

Regreso en la tarde de casa de Pepe. Es 7 de abril del 2006. Me extraña que mis papás abran la puerta antes de que yo toque el timbre. Los veo y noto algo raro.

"Necesitamos hablar contigo".

En la madre. ¿Habrán cachado los cigarros del cajón?, ¿se enteraron de la jarra del otro día? Pero cuando vi que tres vasos de agua esperaban en la mesa de la sala, supe que la cosa iba a ser más seria.

"Nos vamos a divorciar".

Me quedo tan shockeado que no puedo llorar. Sólo siento que me falta aire para respirar. Todo se me viene abajo. Es la primera y única vez que veo a mi papá llorar.

¿Qué duele y por qué duele el divorcio?

Comparto contigo, querido lector, las respuestas que varios jóvenes nos dieron:

Duele todo. Duele acordarme de ver a mi papá salir de la casa con maletas. Duele sentir que voy a perder mi seguridad; que quizá mi mamá no va a tener dinero para pagar lo que siempre hemos tenido. Que a lo mejor nos vamos a un departamento más chico, a otra escuela; que ella ahora tiene que trabajar y está menos con nosotros. Ver que mi mamá está triste y la oigo llorar.

Duele ya no ver a mi papá. Sentir que por mi culpa, por mis calificaciones, ellos discutían.

Duele pensar que si yo hubiera hecho o no hubiera hecho algo... a lo mejor seguirían juntos. Duele tener que elegir entre los dos y que la familia se termine. Duele la impotencia; el imaginarme o ver a mi mamá con otro señor o a mi papá con otra mujer más joven. El sentir que no voy a tener el apoyo de mi papá, que ya no voy a poder jugar con él.

Duele que me usen de mensajero, de espía o como algo que se puede negociar. Sentir que me abandonaron. Sentirme traicionado porque pensé que mis papás siempre estarían juntos. Que se critiquen uno al otro; sentirme diferente a mis amigos.

Duele ver a otras familias que se quieren y que todo está bien. Duele que mi mamá me diga que ahora soy yo el hombre de la casa. Duele ver cómo, desde ese día, mi vida cambió.

Como hijo, ¿puedes hacer algo?

Consulto a mi querida amiga Julia Borbolla, autora del libro Divorcitis.

  1. Trata de platicar tus sentimientos con algún adulto. No los guardes. Es normal sentir miedo, coraje y desolación.

  2. Escríbeles a tus papás lo que...

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