Genaro Lozano / Militares y golpes

AutorGenaro Lozano

El Presidente ha tenido las dos peores semanas desde que arrancó el sexenio.

Por un lado, el operativo fallido de Culiacán desató contradicciones y especulaciones que ya repercutieron en la credibilidad del gobierno.

Por el otro, la zigzagueante y preocupante postura de la Secretaria de Gobernación ante la "Ley Bonilla" enrareció el ambiente político y, finalmente, el desvarío narrativo de un general en retiro desató teorías golpistas que cambiaron la narrativa en un día.

El General Carlos Gaytán no es cualquier militar. Llegó a ser General de División, jefe del Estado Mayor y Subsecretario. Un funcionario de primer nivel.

No recuerdo haber escuchado a un militar en retiro con tal trayectoria haber criticado al comandante supremo del Ejército y a la política nacional, no al menos desde la alternancia del 2000.

Por ello, resulta muy preocupante su discurso. Porque el Ejército ha ido acumulando poder económico e influencia política desmedida desde el 2006. Tan sólo el Ejército lleva 19 años ininterrumpidos de sustanciosos incrementos presupuestales.

De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación, al inicio del sexenio de Fox el Ejército tenía 22 mil 705 millones 420 mil pesos, al finalizar su sexenio tenía poco más de 26 mil millones.

Con Calderón, el presupuesto escaló de 32 mil 200 millones a 55 mil 610 millones. Con Peña pasó de 60 mil 810 millones a

81 mil 021 millones de pesos y el primer presupuesto de AMLO al Ejército supera los 93 mil 670 millones de pesos. Eso sin contar el presupuesto de la Marina y el de la Fuerza Aérea.

Felipe Calderón militarizó la seguridad pública del País, incrementó desproporcionadamente el presupuesto y amplió las prestaciones a las Fuerzas Armadas.

La influencia del Ejército en la vida pública de México ha ido en aumento desde entonces y esto no es sano para ninguna democracia.

Vicente Fox llegó a Los Pinos en el 2000 con la convicción de seguir los pasos de América Latina y de Estados Unidos de nombrar a un Secretario de Defensa civil, pero se echó para atrás.

La legitimidad en las urnas de AMLO le daba la oportunidad de oro para hacer esto, pero, al contrario, decidió continuar con la militarización del País, dándole al Ejército el mayor presupuesto de su historia, la construcción del aeropuerto de Santa Lucía y la coordinación de la Guardia Nacional, que no es otra cosa más que el mismo Ejército.

Por todo eso suena más a un...

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