Gabriela De la Paz / ¿Primavera libia?
| Autor | Gabriela De la Paz |
Las manifestaciones en contra del régimen dictatorial de Muammar Gaddafi, quien gobierna Libia desde 1969, crecen día con día.
La fiebre por la libertad que inició en el vecino Túnez y que se ha extendido por el Medio Oriente y el norte de África finalmente ha llegado a uno de los países más golpeados por el nepotismo y la crueldad. Al momento de escribir estas líneas, la capital, Trípoli, sigue bajo el control de Gaddafi, pero el este del país está dominado por los rebeldes.
Los actores de las protestas dicen mucho de la situación del país antes y durante las revueltas. Empezando por los jóvenes que se han rebelado en masa, no hay un grupo que sea el líder, ni ha emergido una persona que canalice la ira. Lo que sí es evidente es que el este de Libia ha logrado sacudirse el régimen y puede ser que de ahí emerja un cabecilla.
Para sentarse a negociar no hay todavía una figura clave que tome la bandera de los inconformes. Queda por ver qué pasará con el Ministro del Interior y otras figuras relevantes que han renunciado a sus cargos para unirse a los rebeldes, si podrán ordenar este movimiento o si se mantendrán al margen una vez que Gaddafi se vaya -o se muera- y haya que reorganizar el país.
Por su parte, Gaddafi y sus ocho hijos se sostienen gracias a una red de grupos tribales a los que Gaddafi ha enfrentado entre sí para debilitarlos, y ha privilegiado a su tribu, la gadadfa.
También se apoyan en un ejército relativamente débil (a propósito, para que nadie derroque al dictador como él hizo en su momento) que está dividido, pues muchos de sus altos mandos y soldados rasos se han negado a disparar y se han unido a los manifestantes, de acuerdo con la BBC de Londres.
La fortaleza de Gaddafi reside en grupos de paramilitares que controlan algunos de sus hijos y de los cuales no se sabe en qué radica su lealtad al régimen. En una situación similar se encuentran los grupos de mercenarios de origen sudanés y nigeriano, hasta ahora fieles al régimen, que han participado disparando a quemarropa sobre las manifestaciones. El tercer grupo es una Policía secreta famosa por su crueldad que dirige un cuñado de Gaddafi.
En el pasado, los hijos de Gaddafi han protagonizado varios incidentes que muestran que ésa es una familia al estilo de los Corleone o los Borgia. Todos sus descendientes ocupan cargos de importancia en el país, desde las telecomunicaciones o la Policía secreta, hasta la hija, Aisha, que formó parte del equipo que defendió legalmente...
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