Gabriela de la Paz / Neutralidad necesaria

AutorGabriela de la Paz

La decisión del Gobierno mexicano de mantenerse neutral en la crisis política que sacude a Venezuela es muy controversial, pero entendible.

Está enraizada en la historia de nuestro propio País y sustentada por varias doctrinas de política exterior que pueden servir de guía en este momento.

Tanto Nicolás Maduro como Juan Guaidó, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, declaran ser el principal líder de ese país; uno, al ser el heredero de Hugo Chávez, y el otro, por estar al frente de la institución que representa al pueblo y siguiendo los artículos 233, 333 y 350 de su Constitución. La realidad es mucho más compleja.

Andrés Manuel López Obrador prometió seguir una política exterior basada en el Artículo 89 de nuestra Constitución, donde se enlistan los principios de política exterior, nada más.

Así, cada Gobierno tiene una cierta libertad de actuación para aplicarla de acuerdo con los intereses de México y el contexto de la crisis. Existe literatura de cómo se han interpretado estos principios en el pasado y si son inamovibles o no.

De estos principios sobresalen el de la autodeterminación de los pueblos y el de la no intervención. Son tan importantes que las doctrinas Juárez, Carranza y Díaz Ordaz reafirman la posición de la Doctrina Estrada (1930) de no calificar "ni precipitadamente ni a posteriori el derecho que tengan las naciones extranjeras para aceptar, mantener o sustituir a sus gobiernos o autoridades".

Más allá de ser un escudo del régimen priista frente a las intervenciones de Estados Unidos u otros países en nuestros asuntos internos, se trata de no involucrarse en cuestiones delicadas de las que no tenemos pleno conocimiento.

Hay que tomar en cuenta que, si bien la Presidencia "interina" de Guaidó es reconocida por varios países, el papel protagónico del Gobierno estadounidense es un motivo más para mantener la neutralidad.

Mike Pompeo, el Secretario de Estado norteamericano, habló hace unas semanas de convencer a México de otorgar el respaldo a Guaidó, lo que podría jugar en el sentido contrario.

Esto es, reafirmar una distancia prudente con Donald Trump y, especialmente, no aprobar una propuesta que pudiera desembocar en una intervención militar, pese a que el asesor de Seguridad Nacional John Bolton y el Senador republicano Marco Rubio, junto con Trump y Pompeo, estén listos para el envío de tropas.

La intervención que hubo en Panamá en 1989 para apresar a Manuel Antonio Noriega -la justicia norteamericana lo...

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