Gabriel Zaid / Negligencia letal

AutorGabriel Zaid

La construcción no es una ciencia nueva en México. Nezahualcóyotl construyó un dique de 16 kilómetros que separaba el lago de Texcoco y tenía compuertas para nivelar las aguas. En el siglo 16, el padre Tembleque construyó un acueducto de Otumba a Zempoala (48 kilómetros). En 1950, el Ing. Jorge Matute Remus, para ensanchar la avenida Juárez de Guadalajara, movió 12 metros el edificio de la Telefónica (mil 700 toneladas) sin interrumpir el servicio.

Mejorar la Autopista México-Acapulco ensanchando el libramiento que permite no entrar a Cuernavaca es una buena idea. Hay un video del 31 de marzo del 2017 donde el Secretario de Comunicaciones y Transportes lo recorre al volante y lo celebra: “Las especificaciones de la construcción y los materiales garantizan una durabilidad de más de 40 años”. Unos meses después (12 de julio), el llamado Paso Exprés tronó y el socavón abierto se tragó un automóvil con dos personas.

La contratación fue precipitada. El proyecto inicial (que no se ha difundido) fue presentado a los 29 concursantes con datos incompletos, para cotizar en una semana. Faltaba información sobre el suelo y las corrientes de agua que el camino atraviesa. El ganador se anunció en noviembre del 2014. Debía entregar la obra en julio del 2016. La entregó ocho meses después y costó el doble de lo previsto.

Hubo errores en el trazo: curvas demasiado cerradas para un tráiler de doble remolque. Y errores de concepto en el ensanche de cuatro a 10 carriles: los centrales, sin entradas ni salidas intermedias, no son aprovechables para el tránsito local, confinado a los laterales. No es fácil que salgan los autos averiados. La Cruz Roja se quejó de que no hay donde estacionarse, si hay heridos.

Hubo faltas graves durante la construcción. Ausencia de señales preventivas y alumbrado, que provocaron un centenar de accidentes con una veintena de muertos. Afectaciones a las casas vecinas. Tala de más de 3 mil árboles. Contaminación del lago del Parque Barranca de Chapultepec.

Hubo falta de responsabilidad: no responder a las observaciones, advertencias y quejas. Una obra con tantos accidentes debe suspenderse para investigar y tomar las medidas necesarias. Las quejas vecinales fueron ignoradas. También las advertencias del constructor sobre un tubo hidráulico viejo. Y las indicaciones de la Comisión del Agua de Morelos (noviembre del 2016) de sustituirlo por uno nuevo del doble de diámetro. También...

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