Roberto Gómez Junco / Posturas extremas

AutorRoberto Gómez Junco

Con el convincente triunfo sobre el representativo de Italia, la Selección Mexicana cerró su preparación rumbo a la Copa del Mundo mucho mejor de lo que el más optimista de los aficionados podía suponer hace unos días.

Una actuación redonda que, sin embargo, sirve también para que aflore de nuevo esa vieja postura de quienes se resisten a concederle al Tri el menor mérito, como para contrarrestar a esos otros que instalados desde siempre en el extremo opuesto suelen inflarlo sin el menor recato.

Otra vez la dificultad para poner las cosas en su justa dimensión y para emitir diagnósticos sin prejuicio alguno, sin pensar de antemano que hay que ser porristas a como dé lugar o detractores por sistema.

Mientras unos le dan vuelo a su entusiasmo y salen con la trillada frase de "se vale soñar con lo más alto", otros se rehúsan a reconocer o no distinguen los indudables progresos mostrados por el "equipo de todos" tradicionalmente explotado por unos cuantos.

Un equipo que ante los italianos se vio más ordenado, más sólido en sector defensivo aunque aún muy vulnerable en el juego aéreo y en las jugadas "a balón parado"; eficiente en el trabajo de la recuperación de la pelota y para funcionar en bloque, para cerrar los espacios al defender y ampliarlos al atacar.

Un equipo mucho más evolucionado en su juego, con una solvencia en el manejo individual y colectivo del balón que hacía un buen rato no manifestaba.

Efectivo en labores de medio campo y para imponer superioridad numérica cerca del balón; imaginativo en la elaboración de sus ataques... y más o menos contundente para reflejar en el marcador ese buen juego.

Es cierto que fue mucho lo que los italianos dejaron de hacer...

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