Futbol & Arte/ Poema narrativo para 'Yonedick'

AutorAmérico Tesorieri

Eran los días del sexto grado de "Argagno",

desasnado por un austero e inolvidable maestro,

Don Ignacio Ares de Parga,

castellano señor anclado en la Vuelta de Rocha,

y derecho cual poste de arco de futbol.

Era un muchacho saquito gris de cambrona,

quien, con el "Mochuelo" se iba de rabona

camino de la Isla Demarchi, río por medio,

donde había dos canchas: la de Boca y la de River;

un par de cuadras separaban la agria realidad.

Marchaban, peregrinos alucinados, hacia dos

(catedrales -en realidad dos desnudas casillas de madera-

y como pobres mendicantes pedían una gracia:

que les prestaran por unos minutos una vieja pelota

convertida en nueva y hermosa por ojos de infancia.

De la una los echaban como perros apestados,

en la otra los recibían como ángeles traviesos.

¿Para qué recordar ahora el nombre de aquéllos?

Pero el tuyo "Yonedick", bohemio generoso, (tolerante),

insider magistral y canchero del River de 1911,

vive enternecido en la nostalgia de los años (transcurridos)

Igual que ayer te vemos de zuecos, con la cortadora,

de perfil al gran río con botes pesqueros de vela latina,

cortando la gramilla de la cancha de tus hazañas y en tu

graciosa jerga anglo-criolla dar la bienvenida y la pelota

a dos raboneros que no olvidan tu nombre ya olvidado.

Era el de John Diggs, para nosotros

y por siempre, "Yonedick".

(Salute Mérico, arquero mágico, alto poeta.)

Sólo en un país como Argentina en donde el futbol tiene unas...

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