Furor por los fanzines
| Autor | Teresa Martínez |
Sólo los aficionados se habrán encontrado con un fanzine.
Se trata de una publicación modesta dirigida a un círculo cerrado de lectores que siguen temas como el cine, la música, en especial el punk, o la ciencia ficción. Pero ahora, este formato se ha convertido en un buen soporte para la creación artística o literaria.
"Sus ancestros son muy modestos", cuenta el crítico de arte Érick Vázquez. "Fanzine significa revista de los fans. Es lo que hacían los punks en Inglaterra para hablar de los grupos y conceptos que les gustaban y que no cubría la prensa.
"Agarraban hojas de máquina, ya existían las fotocopiadoras, mecanografiaban cómo había estado el concierto, quién había salido herido, quién había tocado. Eso lo fotocopiaban, lo grapaban y lo repartían".
El origen del fanzine no está definido. Podría remontarse al siglo 19 en Estados Unidos, cuando se realizaban publicaciones con poesía y relatos. O a la década de los 30 en Chicago con The Comet, sobre ciencia ficción.
Aunque su espíritu siempre ha sido underground.
EL PROGRAMA
Como un gesto de anarquía o para encontrar una forma lúdica de escribir, el escritor Érick Vázquez inició con su proyecto de fanzine El Programa, en el 2015.
No hay frecuencia de publicación ni un staff de colaboradores.
La única pauta en los seis números que lleva es plantear un análisis sobre un tema relevante en la época. Por ejemplo, la guerra contra el narco o una crítica al programa de la Bienal Femsa "Poéticas del decrecimiento".
Cada número tiene entre 300 y 600 ejemplares que el también crítico de arte distribuye por correo postal, en recintos culturales locales o los reparte con sus colegas.
"Mi razón personal para hacer un fanzine al principio fue que ya me sentía estancado como escritor formal. (El fanzine) Me dio la oportunidad de jugar sin tenerle miedo al error", comparte Vázquez.
"Fue un ejercicio para volver a entender la escritura como la entendí al principio, como un espacio donde todo está puesto en juego".
El tema de su primer número fue la anarquía, con ensayos sobre el escritor José Revueltas y el periodista Ricardo Flores Magón. Fue un ejercicio para conocer cómo funciona el formato.
Le siguió el número "El cuerpo de la mujer", en el que participan artistas de todas latitudes como Ganzeer, la escritora Xitlalli Rivero, entre otras, que abordan la situación de la mujer en la actualidad, el significado de su cuerpo ante la sociedad.
El proyecto tuvo beca de Financiarte en el 2016. Su página es...
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